Un hombre en la oscuridad

Só os bos dubidan da propia bondade, o que pola súa vez explica de entrada por que son bos. Os malos saben que son bos, pero os bos ignórano por completo. Pasan a vida a perdoar os máis, pero a si mesmos non se perdoan.

A vida segue, ao cabo, incluso nas circunstancias máis pesarosas, continúa ata chegar á fin e detense entón.

Qué deprisa va todo. Ayer un niño, hoy un anciano, y desde entonces hasta ahora, ¿cuántos latidos del corazón, cuántas respiraciones, cuántas palabras dichas y escuchadas?

Aquí estamos todos tolos. Ou quéresme dicir que ti non?

No es lo mismo evadirse en una película que en un libro. Los libros obligan a dar algo a cambio, a utilizar la inteligencia y la imaginación, mientras que una película puede verse -e incluso disfrutarse- en un estado de irreflexiva pasividad.

La gente se muere de pena. Ocurre todos los días, y seguirá sucediendo hasta el fin de los tiempos.