¡Oh, Señor, y cuántos de aquéstos debéis Vos tener por el mundo derramados, que padecen por la negra que llaman honra, lo que por Vos no sufrirán!
|
¡Oh, Señor, y cuántos de aquéstos debéis Vos tener por el mundo derramados, que padecen por la negra que llaman honra, lo que por Vos no sufrirán!
|
No hay libro, pos malo que sea, que no tenga cosa buena, mayormente que los gustos no son todos unos, más lo que uno no come, otro se pierde por ello.
|
Escapé del trueno y di en el relámpago. Porque era el ciego para con este un Alejandro Magno, con ser la misma avaricia como he contado.
|
De manera que en nada hallaba descaso, salvo en la muerte, que yo también para mí, como para los otros, deseaba algunas veces; más no la veía, aunque estaba siempre en mí.
|
!Cuántos debe de haber en el mundo que huyen de otros porque no se veen a sí mesmos! Pág. 14. |
Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises