No eran perfectas: muy pijas, bastante presumidas, un pelín villanas en ocasiones... pero no las cambiaría por nada, porque tenían un corazón tan grande que brilla.
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No eran perfectas: muy pijas, bastante presumidas, un pelín villanas en ocasiones... pero no las cambiaría por nada, porque tenían un corazón tan grande que brilla.
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A mí mi marido me viene con eso de que no trabaje para -hizo un gesto para indicar unas figuradas comillas- cuidarme y no tiene casa para correr.
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“Te veo muy lanzada en la carrera maquiavélica y sin embargo lo tuyo son los unicornios”.
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-Perfecto, no me ha visto nadie. Audrey carraspeó y señaló una de las cámaras de la calle. -Huy...- Briana sonrió y saludó-. Bueno, si me ponen multa, al menos que salgamos guapas en las fotos ¿Has sonreído? |
¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?