Señor Kafka: y otros cuentos

“Una cadena pulida a manos de los obreros, eslabón tras eslabón, destellaba a la luz de tiras y cintas de sol que brotaban de las celosías en las torres de ventilación de la acería. Casi rozando el techo se alzaba una grúa, en cuya cabina dormitaba una gruista, su brazo blanco extendido y su cabeza decolorada apoyada en el codo. Un haz de luz seccionaba tanto el brazo como la cabeza”.

¿Puede haber una descripción de una fábrica tan perfecta como esta? de nuevo me meto en la maravillosamente poética prosa de Bohumil Hrabal. Después de su Trenes rigurosamente vigilados, que me cautivó absolutamente en 2021, llega a mis manos esta colección de siete cuentos nunca traducidos al español hasta ahora, ambientados en la Praga estalinista.

Hrabal, en su línea, mezcla el horror y la miseria con la locura, las sonrisas, lo esperpético, lo tierno y lo luminoso.

“En la metalúrgica Poldi, gente desesperada mantiene en alto una esperanza arrastrada por el barro. Por extraño que parezca, se sigue reinventando y amando la vida, incluso cuando el cerebro de papel de aluminio engendra imágenes distorsionadas y el pecho aplastado escupe miseria”.

Sus escenas están llenas de vida, combina como nadie las situaciones más desesperadas con un resurgir de esa la fuerza humana que nos hace enfrentarnos a la adversidad y sobrevivir pese a todo. Y no se ahorra detalles duros o imágenes violentas y sórdidas que hoy tal vez no se escribirían, o algún editor criticaría y eliminaría en la fase de corrección previa a la publicación. Hay jueces caídos en desgracia que aceptan felices su nueva vida, reclusas que tratan de huir de su destino a través del alcohol, brigadistas entregados, escultores decepcionados, un acomodador de cine que se transforma, un vendedor de juguetes, trabajadores del metal y recolectores de chatarra, gente inmunda, gente con esperanza, gente rara… Es un deleite leerlo.

Sus descripciones consiguen emocionarte con apenas unas palabras, una simple frase como esta encierra toda la belleza de una danza: “Era como si los bailarines se bebieran mutuamente la respiración…”

Mis relatos preferidos: Gente rara, El ángel y A través del tambor. ¿Cuáles son los vuestros?

«Confío solo en los hombres capaces de luchar contra su destino. En mi opinión, no hay nada más, porque reina la ignorancia, incluso en mí»
 
Uno de los escritores más importante de la literatura checa. No había leído nada de este escritor, tiene un ritmo curioso de lectura y un hilo de pensamiento interesante. Creo que era un autor muy observador que reproducía instantes vividos, propios o como mero espectador.
                Tras terminar, como es habitual, leo entrevistas y publicaciones digitales. Su biografía es un continuo golpe, entiendo un poco mejor a los personajes que describe. Su obra fue varias veces prohibida, ahora no se prohíbe ni se censura, hemos maquillado los términos y decimos, afecta a la sensibilidad del lector, como si les pusieras celos en los párpados y los obligaras a leer a punta de pistola.
                Leo sobre su muerte y, sinceramente, no doy crédito. El hospital dice que se cayó desde la quinta planta mientras daba de comer a las palomas, sus amigos, se suicidó. No lo conocía, pero no me parece, tras leer su biografía, creo que fue un accidente. Este pequeño detalle de su vida entre dramático y “cómico”, poniendo esto último entre comilla, es un rasgo de su obra, cierto humor negro. Otro rasgo, da valor a los pequeños gestos, alguien que tuvo que bregar con nazis, creo que valoró, más que las grandes hazañas para boicotear a Hitler, los actos pequeños de las personas anónimas.
                Apunto en mi lista dos de sus grandes obras, con reconocimiento mundial, Trenes rigurosamente vigilados y Una soledad demasiado ruidosa.

Hrabal es un genio de la palabra. Este compendio de relatos roza la perfección con su descripción de pequeños cuadros de la Praga de los 50, una posguerra de obreros, reclusas, camaradas,prohibiciones, stalinismo en fábricas y calles oscuras, tristeza y conformismo y alegrías leves pero con enorme belleza en cada historia, no son historias hermosas y sin embargo el autor las llena de un lirismo que roza incluso la magia. No siempre es fácil leer a Hrabal, pero siempre es una opción de laque no nos arrepentimos. Una fantástica edición la de Nordica, muy recomendable

Por fin he leído a Bohumil Hrabal, y tengo que decir que un libro de relatos, con reclusas, perdedores , miembros del partido, trabajos forzados, todo esto y más en una época gris, tras la II Guerra mundial, puede ser y es luminoso.
En el primer cuento que da nombre al libro, me asustó que hubiese tantísimos adjetivos, pero no tenía razón. No sobra ninguno.
El segundo relato me recordó al principio a Onetti, y después me metí en el libro y ya no paré.No pude.
Hrabal demuestra que se puede ser crítico, provocando nuestra sonrisa y despertando ternura. Volveré a leerte Bohumil, me has cautivado.