En este libro Isabel Allende nos recuerda que afuera hay un mundo que mirar, que observar, que no todo es gris, que no todo es cumplir con las obligaciones ni responsabilidades, que se puede tomar un minuto para ver los bellos colores que nos rodean. Cornelio es un hombre apagado sumergido en una rutina diaria que no le permite ver el mundo en que vive, apreciar el mundo que lo rodea. Cornelio vive en un mundo gris, hasta que un día se encuentra a la ninfa de porcelana, desde ese día, el mundo de Cornelio se llena de colores, un mundo en que puede hacer aquello que lo hace feliz. |
“Jorge Ramos […] es una persona íntegra y de esas hay muy pocas en este mundo. A leer estas páginas de su memoria me entero de algunos secretos, me entretengo, me conmuevo y me reencuentro con el amigo de siempre, con el periodista que me pone al día sobre el acontecer y me recuerda los valores morales que suelen perderse en el ruido de la existencia cotidiana.” Isabel Allende
¿Sabías que Jorge Ramos estuvo a punto de ser atleta olímpico, o concertista de guitarra clásica? ¿O que su primer trabajo en Estados Unidos fue de mesero, ganando 15 dólares al día?
Así veo las cosas reúne los textos más personales y literarios escritos por Jorge Ramos a lo largo de cuatro décadas: desde sus primeros artículos en México sobre desastres naturales o sobre la guerra en Centroamérica, hasta sus reflexiones semanales sobre cuestiones como la familia, la tecnología, el oficio de periodista, el lado humano de sus viajes como reportero, sus queridas mascotas, o incluso temas tan personales como su nariz…
Esta íntima selección de columnas está ligada en el tiempo por tres “puentes” inéditos, que ofrecen al lector una visión sin tapujos de la historia personal de Jorge Ramos, en donde se presenta como nunca antes lo hemos visto, mostrando su lado más vulnerable: como papá, hijo, migrante, y hasta como el guardián de su adorada gatita, Lola.
“A mis 66 años, este libro es una especie de legado. Cuenta mi historia a través de las columnas más simbólicas y representativas que he escrito. Aquí te cuento de mi familia: de mis hijos, de mis mejores amigos y de la Jechu (así le decimos a mi mamá); de lo que he aprendido como periodista: las coberturas noticiosas que me han dejado cicatrices, del resentimiento ante los que abusan de su poder; del trauma y las oportunidades de ser inmigrante; de mis guerras (internas y externas), del miedo a morir; de mis grandes pérdidas y hasta mis más mayores alegrías. Aquí hay muchas cosas que nunca te conté.”