3* Prómaco y Veleka se aman. Pero él es un simple mercenario de sangre mestiza, y ella pertenece a la nobleza. No les queda otro remedio que huir en busca de los espartanos, a quienes Prómaco tanto admira. Cuando un altivo guerrero espartano rapta a Veleka, Prómaco jura rescatarla aunque tenga que buscarla en el corazón de la propia Esparta. Pero enfrentarse a su poderoso ejército es un sueño imposible. O tal vez no. En Atenas, un puñado de exiliados conspira. Epaminondas, Pelópidas, Agarista, Platón... A cada uno le mueven sus razones, pero todos comparten un objetivo: recuperar la democracia arrebatada por Esparta. Primera novela que leo del escritor aragonés Sebastián Roa (quien en 2011 se alzó con el primer premio en el IX certamen nacional de relato histórico Álvaro de Luna con el relato medieval Cantar de Altabella), uno de los autores nacionales que más ha destacado en estos últimos años en novela histórica, aún lejos de la calidad de Negrete o Posteguillo pero con muy buenos libros publicados como “La Trilogía Almohade” o "Venganza de sangre” con la que ganó el II certamen de novela histórica Comarca del Cinca Medio y en 2010 el premio Hislibris al mejor autor español de novela histórica. Con “Enemigos de Esparta” nos situamos en el siglo IV a. de Cristo, entre los años 380 y 362, pocas décadas antes de que Alejandro Magno comience a construir su gran imperio. La obra sitúa su acción en varias ciudades griegas situadas en las regiones de Tracia, Ática, Beocia o Laconia, durante un período de aparente paz en el que Esparta tras las legendarias guerras contra los persas, ha logrado imponer su control sobre el resto de las polis griegas, basando su control de la democracia en la corrupción y en el gran control del arte de la guerra, ambos caldos de cultivo para que crezca el descontento entre algunos grupos de partidarios de la democracia pura y se comiencen a gestar las bases de la rebelión contra la hegemonía espartana. No he conseguido meterme en la historia, no sé si no era el momento para leer este libro o si la historia de amor entre Prómaco y Veleka me ha despistado un poco de la trama principal, pero la verdad es que me ha resultado una lectura un tanto densa y sin mucho interés en varias partes del libro. Las escenas de acción aparecen en sus justa medida pero creo que sobran demasiados capítulos y que la historia podría haberse contado casi en la mitad de páginas. El trabajo de documentación es exquisito y permite palpar a la perfección cómo se desenvolvía la vida durante aquellos años, siendo la novela vista en muchas ocasiones como “la pequeña Ilíada, pues el homenaje a esta obra está presente desde el primer capítulo al último y más concretamente en el epílogo. Se agradece también esa última parte en la que el autor nos cuenta cuáles son las grandes licencias narrativas que se ha tomado para tejer la historia. La filosofía es una parte importante de la historia y así las enseñanzas de Platón, maestro de Aristóteles, se pondrán al servicio de las inquietudes amorosas de Prómaco, dejándole frases tan poderosas como: “El mejor ejército posible será aquel cuyos guerreros estén obligados por lazos de amor. Un ejército así vencerá siempre y contra toda circunstancia, porque está impulsado por Eros. Y Eros es invencible”. En cuanto a los personajes nos encontramos inmersos en las lecciones de Platón, pero también conoceremos a Filipo, el padre de Alejandro Magno; sabremos cuáles eran las motivaciones de los nobles y los guerreros tebanos, disfrutaremos de la valentía de mujeres tan independientes y fuertes como Agarista o (nuevamente) observaremos el orgullo, el ego y los caprichos de los Dioses. En resumen, “Enemigos de Esparta” es un libro muy recomendable para los amantes de la cultura helénica, de la mitología griega y de la novela histórica, pero que no he terminado por disfrutar como me esperaba. Es por ello que le doy solamente 3 estrellas aunque sé que quizá se merecía una estrella más. + Leer más |
"Sebastián Roa es, en palabras de Santiago Posteguillo, el mejor escritor de novela histórica del siglo XXI. Su trayectoria literaria, que comienza hace algo más de una década, avala esta afirmación". La Vanguardia
A toda hybris sigue su némesis. Toda injusticia merece castigo.
La injusticia la cometió Atenas. Atenas incitó a la rebelión contra Persia y amontonó la leña para los incendios que devoraron ciudad tras ciudad.
El ateniense que prendió la llama fue Ameinias de Eleusis.
Por eso Atenas también debe arder. Por eso Ameinias debe morir.
Siglo V a. C. Artemisia de Caria es una mujer singular. Última de su dinastía, gobierna Halicarnaso y comanda su propio navío de guerra, el Némesis. Su llegada al poder ha sido de todo menos dulce: fuego, terror, mutilación y esclavitud sacudieron su ciudad y su linaje, marcando su destino. Su objetivo no es fácil: redimir el nombre de su familia y alzar al bien sobre el mal, lo justo sobre lo injusto, la verdad sobre la mentira.
Deberá encontrar al causante: un marino ateniense que navega en un siniestro trirreme negro, el Tauros. Aunque tenga que enfrentarse a las tormentas, hundir las naves de media Grecia y prender fuego a la propia Atenas. Eso la llevará a recorrer el laberinto de islas y puertos que cruzan el mar Egeo, y a descubrir si tiene la fuerza y la voluntad necesarias para cumplir su misión. Y todo bajo la amenaza de la inminente guerra entre persas y griegos.
Roa regresa a la fascinante historia de las guerras médicas, hasta ahora protagonizada por reyes como Leónidas, estrategas como Temístocles o generales como Mardonio o Pausanias, pero nunca antes por una mujer real, feroz e inteligente, a veces enamorada, una intrépida navegante que se convirtió en el terror de los griegos. A través del diálogo con Heródoto, Artemisia nos contará su vida desde que se convirtió en tirana de Halicarnaso y estuvo a punto de cambiar la historia de Occidente.
Novela ya a la venta en España: https://www.harpercollinsiberica.com/harpercollins/novela-historica/nemesis-detail