Lejos de ser un cuento de horror tradicional, "
El fantasma de Canterville" une varios puntos para lograr un relato excelentemente construido.
Por un lado tenemos la historia de base que es sobrenatural: la maldición del castillo. Un fantasma (femicida?) acecha a los habitantes de la mansión desde hace siglos y a los que no ha enloquecido, los ha obligado a huir.
Por otro lado, tenemos el enfrentamiento nuevo vs. viejo, actualidad vs. tradición. Esto se ve en las personalidades que adquieren el castillo, con fantasma y todo: son norteamericanos. Se da una fuerte crítica hacia la sociedad norteamericana que viene a representar a la industrialización, lo nuevo que viene a derribar lo antiguo y las costumbres inglesas. Los ingleses se ven como la parte culta mientras que los otros, son los incultos, que no comprenden la cultura y las costumbres británicas.
Esto se da a que en la época de Wilde los ingleses tenían cierto desprecio hacia el nuevo mundo.
En este sentido, se configura una especie de sátira (muy similar a la de Molière en El burgués gentilhombre) en la que el elemento fantasmagórico pasa a ser hasta más humano que los nuevos habitantes del castillo.
Lejos de asustar, este libro causa risa pero también nos muestra a un fantasma muy diferente de los que leímos siempre.
Es una lectura súper amena, fácil y llevadera. La recomiendo mucho, personalmente me encanta este autor y este cuento me pareció súper interesante en relación a la crítica antes mencionada.
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