La mujer de terracota de Zen Cho
En el infierno, como en todas partes, el ser humano era su propio peor enemigo.
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La mujer de terracota de Zen Cho
En el infierno, como en todas partes, el ser humano era su propio peor enemigo.
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La mujer de terracota de Zen Cho
—¿Volveré a verla? —preguntó Siew Tsin—. ¿Me encontraré con Yonghua en mi próxima vida? —Escucha —dijo la señora Meng—. Volverás a nacer. Volverás a ser un bebé. Volverás a sonreír a tus padres. Sentirás el sol en la cara de nuevo. Serás joven otra vez. Todo lo que sabes, volverás a aprenderlo. Volverás a encontrar el amor. |
La mujer de terracota de Zen Cho
Vivió su muerte, pasando desapercibida para su marido, el resto de la casa e incluso para sí misma. Hasta que apareció la novia de terracota. |
LA REINA LEGíTIMA de Zen Cho
Sabes la norma que gobierna toda la magia. No se puede arrebatar sin pagar un precio.
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El hechicero de la Corona de Zen Cho
Cuando acoges huerfanitas fugitivas no debes esperar ni un momento de descanso.
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La mujer de terracota de Zen Cho
En el infierno, como en todas partes, el ser humano era su peor enemigo.
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El hechicero de la Corona de Zen Cho
No obstante, más extraño que su color y más preocupante que cualquier otra circunstancia era el hecho de que Zacharias Wythe no tenía un familiar, aunque portase el antiguo báculo del hechicero real. Los invitados de lady Frances no dudaron en intercambiar comentarios sobre lo que opinaban de esta curiosa ausencia, pero hablaron en voz baja; no tanto por respeto a la banda de crespón negro que rodeaba el brazo de Zacharias, sino por respeto a su acompañante.
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LA REINA LEGíTIMA de Zen Cho
—Las dos estáis malditas —dijo Mak Genggang—. Tu tampoco tienes recuerdos, ¿verdad?
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LA REINA LEGíTIMA de Zen Cho
Según me han contado ¡en su país es muy natural que una mujer emplee la magia! Pero aquí la práctica abierta de la taumaturgia por parte de las féminas es una innovación, y a la sociedad inglesa no le agradan las innovaciones. Hay algunos caballeros que aún rechazan nuestra mismísima existencia.
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LA REINA LEGíTIMA de Zen Cho
El Virtu contiene la magia de un hada poderosa, una enemiga de la reina. Tras derrotarla, encerró su corazón en el talismán. Cualquiera que posee el Virtu podría desafiar a la reina.
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LA REINA LEGíTIMA de Zen Cho
Pero en el Reino de lo Oculto no hay diferencia entre lo vivo y lo muerto como creen los mortales. Al fin y al cabo, tanto hadas como fantasmas son más espíritu que carne.
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LA REINA LEGíTIMA de Zen Cho
No hay nada que alegre más a Su Majestad que unos cuantos asesinatos indiscriminados.
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Black Water Sister de Zen Cho
Lo primero que el fantasma le dijo a Jess fue : ¿Ya sabe tu madre que eres una pengkid? La intención del fantasma era asustarla. Por desgracia, no había llegado a contemplar la posibilidad de que Jess no supiera a, qué se refería. Jess entendía casi todo lo que le decían en hokkien, pero sus únicos interlocutores eran sus padres, así que había ciertas lagunas en su vocabulario. Jess apenas prestaba atención al fantasma. Tal vez la habría preocupado algo más si no hubiera estado siempre tan liada, pero, en cierta manera, llevaba oyendo voces desaprobatorias en la cabeza toda la vida. |
La mujer de terracota de Zen Cho
—Cuando era pequeña, solía soñar que caía —dijo. Su propia voz parecía venir de muy lejos—. Soñaba que caía del cielo, atravesando las nubes, durante mucho rato… Nunca llegaba a tocar el suelo. Cuando me despertaba, solía desear poder hacerlo de verdad sin hacerme daño.
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La mujer de terracota de Zen Cho
El sufrimiento purifica el alma. Eso era lo que las monjas le habían enseñado. Aunque las monjas ya se habían equivocado. Se puso la mano en el pecho, como si apretando pudiera sacarse el dolor del corazón.
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El hechicero de la Corona de Zen Cho
¿Para qué están los conocidos, si no para proporcionarnos el placer de chismorrear?
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Gregorio Samsa es un ...