La mujer de terracota de Zen Cho
—Cuando era pequeña, solía soñar que caía —dijo. Su propia voz parecía venir de muy lejos—. Soñaba que caía del cielo, atravesando las nubes, durante mucho rato… Nunca llegaba a tocar el suelo. Cuando me despertaba, solía desear poder hacerlo de verdad sin hacerme daño.
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