Una prometida para el duque de Phenton: Serie Disolutos sin corazón 5 de Verónica Mengual
El corazón sana cuando lo necesita y, en ocasiones, la cicatriz no deja de sangrar.
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Una prometida para el duque de Phenton: Serie Disolutos sin corazón 5 de Verónica Mengual
El corazón sana cuando lo necesita y, en ocasiones, la cicatriz no deja de sangrar.
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Un beso bajo el muérdago: Precuela Soldados Valerosos de Verónica Mengual
En el amor y en la guerra todo vale.
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Un beso bajo el muérdago: Precuela Soldados Valerosos de Verónica Mengual
―¿Te has fijado en eso, amigo mío? ―preguntó con ilusión el conde. ―¿En que York te ha perdonado la vida por haberte pasado la cena mirando y admirando a su prometida? ―No. En eso no. En el hecho de que teme que yo sea un rival para él. |
Un beso bajo el muérdago: Precuela Soldados Valerosos de Verónica Mengual
―Es muy difícil dar confianza cuando la persona a la que la solicitas no la obtiene, querida mía.
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Un beso bajo el muérdago: Precuela Soldados Valerosos de Verónica Mengual
―Querido mío, ¿cuántas antes que tu esposa habrán probado esos labios en su boca? ¿Cuántas antes que yo habrán podido disfrutar de tu seducción? ¿Cuántas después de mí tendrán tan gran privilegio?
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Un beso bajo el muérdago: Precuela Soldados Valerosos de Verónica Mengual
Su hermano, Samuel, estaba a punto de embarcarse en una guerra de la que hablaba entusiasmado.
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Un beso bajo el muérdago: Precuela Soldados Valerosos de Verónica Mengual
Esas fiestas navideñas estaban empañándose. No habían talado un árbol, aún, para colocarlo en la casa y adornarlo. Ella tampoco tenía ganas de sacar las guirnaldas, ni los lazos. La cocinera no había ideado los dulces que serían servidos.
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Las especiales navidades de la condesa de Verónica Mengual
Desde que ha entrado Sarah, ella no ha tenido ojos para nadie más que para mí. De mismo modo que en el salón solo está ella. Fíjese. Está bailando con un duque. Thomas no es feo y es bastante simpático, pero su hija no puede evitar buscarme con la mirada a cada rato. Eso me da buena cuenta de que es mía.
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Enojar a un marqués malvado de Verónica Mengual
Esa muchacha era pura luz y él deseaba quedarse ciego por su mirada.
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Enojar a un marqués malvado de Verónica Mengual
Tienes un poder sobre mí que no puedo soportar. Úsalo bien, hechicera.
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Enamorar a un duque endiablado de Verónica Mengual
Somos uno, Ruth Anne. No nos separes por lo que crees que no puedo llegar a sentir por ti.
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Enamorar a un duque endiablado de Verónica Mengual
Quiero un matrimonio por amor. Merezco amor en mi vida. Un esposo que me corresponda, que me dé mi lugar en su casa.
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Enamorar a un duque endiablado de Verónica Mengual
Voy a ser la mujer a la que vendrás por las noches a hacer el amor como si fuese tu amante, mientras las cosas de tu esposa fallecida acumulan polvo en la habitación contigua a la tuya.
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El desacuerdo de un lord reticente de Verónica Mengual
“Asegurar tú supervivencia, darte un título y permitir que construyas tu propia familia, no es venderte, sino hacerte un favor”.
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El desacuerdo de un lord reticente de Verónica Mengual
“No quería fijarme en ti, pero son tus bonitos ojos los que me matan y me devuelven a la vida”.
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El desacuerdo de un lord reticente de Verónica Mengual
“Las personas que son consciente de que se dice una mentira sobre ellos, no se quejan, esperan para poder demostrar su inocencia”.
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Las especiales navidades de la condesa de Verónica Mengual
—¿Estás dispuesta a que te bese, a que saquee cada parte de tu cuerpo desnudo con la única promesa de que lograré sumirte en las brumas del placer? —Sí, lo estoy —señaló con la cabeza alta y mirándolo a los ojos. |
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