Christine de Stephen King
Y es que era un perdedor. Toda escuela superior tiene por lo menos dos, es como una ley nacional. Un chico y una chica. Todo el mundo busca desahogarse. ¿Te va mal el día? ¿Has suspendido un examen importante? ¿Has tenido bronca con tus padres y te han castigado sin salir de fin de semana? No es problema. Busca a uno de esos pobres diablos que se escabullen como criminales por los pasillos antes de que suene la campana y empréndela con él. Y a veces los matan, en todos los aspectos importantes salvo el puramente físico, otras veces, encuentran algo a lo que aferrarse y sobreviven. Arnie me tenía a mí. Y luego tuvo a Christine. Leigh vino más tarde. |