La herencia de Eszter de Sándor Márai
Una mujer no puede ejercer de nodriza moral durante toda su vida.
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La herencia de Eszter de Sándor Márai
Una mujer no puede ejercer de nodriza moral durante toda su vida.
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La herencia de Eszter de Sándor Márai
Sin embargo, la intención, la intención sí que es culpable Eszter. Y mis intenciones siempre han sido limpias
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La herencia de Eszter de Sándor Márai
Tuve que hacerlo simplemente porque ella era la más fuerte de las dos.
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La herencia de Eszter de Sándor Márai
De repente, me sentí mayor que él, mucho más madura, como si Lajos se hubiese detenido en un punto determinado de su edad.
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La herencia de Eszter de Sándor Márai
Sabía que Lajos era capaz de volver falsas incluso a las personas
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La herencia de Eszter de Sándor Márai
No tiene ninguna razón para morir, de la misma manera que tampoco tiene razón alguna para vivir.
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La herencia de Eszter de Sándor Márai
Nunu es el pariente que se ha encargado de desempeñar el papel de todos los demás parientes en mi casa.
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La herencia de Eszter de Sándor Márai
Empiezo a creer que las decisiones fatales y grandiosas que determinan nuestro destino son mucho menos conscientes de lo que pensamos con posterioridad, en los momentos de reflexión, cuando las recordamos.
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El último encuentro de Sándor Márai
...los detalles son a veces muy importantes. Dejan todo atado, aglutinan la materia prima de los recuerdos .
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La herencia de Eszter de Sándor Márai
Regresó a mi lado, me miró profundamente a los ojos. Estuvo callado durante un largo rato. Nos mirábamos, con los ojos medio cerrados, con atención y curiosidad. Su rostro reflejaba seriedad y devoción. - Permíteme una pregunta, Eszter -me dijo en voz baja y seria-. Una sola pregunta. Cerré los ojos, sentía sofoco, mareo. Ese mareo duró unos instantes, e hice un gesto con la mano para protegerme. "Ahora me va a hacer una pregunta -pensé-. Dios mío, me va a hacer una pregunta. ¿Qué me va a preguntar? ¿Quizás me pregunte por qué ocurrió todo? ¿Quizá me pregunte si fui yo la cobarde? ¡Le tengo que responder!" Suspiré y lo miré, preparada para responder. -Dime, Eszter -me preguntó entonces en voz baja, con un tono de intimidad-, ¿sigue la casa libre de hipotecas? |
El último encuentro de Sándor Márai
No me refiero al placer momentáneo que sienten dos personas que se encuentran por casualidad, a la alegría que les embarga porque en un momento de su vida comparten las mismas ideas acerca de ciertas cuestiones, o porque comparten sus gustos o sus aficiones. Esto todavía no es amistad. A veces pienso que la amistad es la relación más intensa de la vida... y que por eso se presenta en tan pocas ocasiones.
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La mujer justa de Sándor Márai
Se avecina un mundo en el que todo el que sea bello será sospechoso. Y todo el que tenga talento. Y el que tenga carácter (...) La belleza será un insulto y el talento una provocación. ¡Y el carácter un atentado!
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El último encuentro de Sándor Márai
Mientras estaba solo en el salón, con el libro en la mano, después de la medianoche, cuando ya me habían dejado las dos personas con quienes más tenía que ver, después de mi padre, comprendí de repente que el libro también era una señal. Comprendí también otro detalle, aunque de una manera un tanto confusa: las cosas empezaron a hablarme aquel día, ocurrió algo, la vida se dirigió a mí. Así que me dije que convenía prestar atención.
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El último encuentro de Sándor Márai
"¿Que se esconde detrás de la amistad? ¿Simpatía?. Se trata de una palabra hueca, poco consistente, cuyo contenido no puede ser suficiente para que dos personas se mantengan unidas, incluso en las situaciones más adversas, ayudándose y apoyándose de por vida... ¿por pura simpatía? ¿O se trata quizás de otra cosa?... ¿Habrá tal vez cierto erotismo en el fondo de cada relación humana? Aquí, en mi soledad, en mis bosques, al tratar de comprender los múltiples aspectos de la vida, puesto que no tenía otra cosa que hacer, algunas veces lo he llegado a pensar."
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El último encuentro de Sándor Márai
Su educación [...] le prohibía hablar de lo que le dolía, y le obligaba a soportarlo todo sin quejarse. Lo mejor es no hablar de nada, eso es lo que le habían enseñado. Sin embargo, no podía vivir sin ser amado: ésta también era su herencia.
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El último encuentro de Sándor Márai
La amistad entre los dos muchachos era tan seria y tan callada como cualquier sentimiento importante que dura toda una vida. Y como todos los sentimientos grandiosos, también contenía elementos de pudor y de culpa. Uno no puede apropiarse de una persona y alejarla de todos los demás sin tener remordimiento.
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Los nombres de personajes en un libro aparecen: