El último encuentro de Sándor Márai
Mientras estaba solo en el salón, con el libro en la mano, después de la medianoche, cuando ya me habían dejado las dos personas con quienes más tenía que ver, después de mi padre, comprendí de repente que el libro también era una señal. Comprendí también otro detalle, aunque de una manera un tanto confusa: las cosas empezaron a hablarme aquel día, ocurrió algo, la vida se dirigió a mí. Así que me dije que convenía prestar atención.
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