La herencia de Eszter de Sándor Márai
Pero tirar a alguien solo por aburrimiento... Eso es peor que infame. Para eso no hay perdón, porque es inhumano.
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La herencia de Eszter de Sándor Márai
Pero tirar a alguien solo por aburrimiento... Eso es peor que infame. Para eso no hay perdón, porque es inhumano.
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Divorcio en buda de Sándor Márai
No era muy consciente de su desprecio , pero en el fondo, de una manera indefinida y oscura, consideraba que una persona honrada y virtuosa no puede ponerse nerviosa y pensaba que era una excusa despreciable , propia de la época.
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La mujer justa de Sándor Márai
Así era nuestra vida. Los tres estábamos esperando algo: mi suegra, la muerte; mi marido, a Judit; y yo, a que la muerte o Judit o cualquier hecho inesperado irrumpiera un día en mi vida y me enseñara por fin qué iba a ser de mí y a quién pertenecía...
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La mujer justa de Sándor Márai
La literatura trata el tema de la riqueza como si fuera una especie de confabulación. Y lo es, en el sentido más profundo de la palabra… Pero lo que cuenta de verdad, tanto en la riqueza como en la pobreza, es la relación que cada uno tiene con el dinero, el oportunismo o el heroísmo de los individuos respecto al dinero; es decir, no hablo del Dinero con mayúsculas sino de las sumas concretas que se manejan por la mañana, por la tarde o por la noche. Mi padre era rico; por lo tanto, respetaba el dinero.
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La mujer justa de Sándor Márai
No saben que, a veces, vivir con calma es sólo cuestión de paciencia, porque la armonía que buscan con tanta ansiedad —y que erróneamente llaman felicidad— deriva de unos pocos y sencillos trucos…
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La mujer justa de Sándor Márai
No creo en los donjuanes, creo que no es lícito vivir con varias mujeres a la vez. Habría que hacer de un único cuerpo el instrumento del que extraer todas las melodías.
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La mujer justa de Sándor Márai
La autocompasión, las mentiras sentimentales y las complicaciones artificiosas son, en su mayoría, consecuencia de las enseñanzas de la mala literatura, mejor dicho, de la literatura simplemente deshonesta.
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El último encuentro de Sándor Márai
Es como si tuvieras en tu casa un animal, una asesina, una sacerdotisa, una curandera y una loca en la misma persona.
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El último encuentro de Sándor Márai
... el que busca la verdad tiene que empezar buscando dentro de sí
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La mujer justa de Sándor Márai
...Èl pensaba que las palabras eran venenosas, que en cada palabra había un amargo veneno. Y que ese veneno sólo podía tomarse en soluciones muy diluidas...
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El último encuentro de Sándor Márai
Son muy pocas las personas cuyas palabras concuerdan con su existencia. Cuando eso sucede, se produce una de las maravillas más raras de la vida.
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El último encuentro de Sándor Márai
Un día te despiertas y te frotas los ojos, y ya no sabes para qué te has despertado.
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El último encuentro de Sándor Márai
Una persona puede cometer una infidelidad, una infamia, sí, y hasta puede matar, y al mismo tiempo mantenerse puro y limpio por dentro. Sólo es una consecuencia, [...].
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El último encuentro de Sándor Márai
Mi patria era un sentimiento. Ese sentimiento resultó herido. En momentos así, hay que partir.
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El último encuentro de Sándor Márai
Es como si mi vida no me perteneciese. Cuando me pongo enfermo, me asusto, como si estuviera gastando algo que no es mío, como si mi salud no fuera mía.
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El último encuentro de Sándor Márai
La primera palabra íntima que le dijo a aquella joven fue el nombre de su patria.
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Lo que no quise decir de Sándor Márai
La filosofía humanista, en cuya cultura y forma de vida había crecido, con cuyo legado moral e intelectual me identificaba y de la que nunca podría renegar, era el enemigo público número uno a ojos de los portavoces de los sistemas totalitarios.
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Lo que no quise decir de Sándor Márai
En aquellos años perdí casi todo lo que antes había dado contenido, marco y sentido a mi vida: a gran parte de mis conocidos, a la mayoría de mis amigos, a mi forma de vida, mi puesto de trabajo, perdí mi hogar, el sentido de mi trabajo y, finalmente, perdí mi patria.
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¡Tierra, tierra! de Sándor Márai
Los jóvenes soviéticos de veinte o treinta años, instruidos en los campos de educación marxista-leninista, sólo se diferenciaban de los miembros salvajes y desprovistos de escrúpulos de las Juventudes Hitlerianas por sus rasgos físicos.
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La herencia de Eszter de Sándor Márai
Tú eres un jugador de cartas muy especial: alguien que juega, en vez de con cartas, con pasiones y con seres humanos.
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¿Cuántas novelas hay en la serie Harry Potter?