Tengo un crush con todos los libros de la señora Ernshaw, incluso con los que todavía no ha publicado. (Publica dos nuevos a finales de año, en caso de que os interese.) El talento que tiene esta mujer para ambientar sus libros me parece sublime. Cada palabra que utiliza contribuye a generar una atmosfera tan húmeda y salada como el mar que protagoniza este libro; desde una isla cubierta por musgo y oculta tras la niebla hasta las calles frías de un pueblo pesquero donde resuena la campana cada vez que se encuentra un cadáver. El misterio que rodea al pueblo de Sparrow es adictivo y emocionante. Alternando dos líneas temporales, la autora nos guía a través de la historia de las hermanas Swan, que fueron acusadas de ser brujas y asesinadas en 1822. Desde ese momento se desata una maldición que afecta a los habitantes de Sparrow y que los diezma cada año, y de la mano de los protagonistas, el lector es invitado a presenciar la lucha contra una leyenda que cobra vida con cada caricia del mar. Los giros argumentales me mantuvieron ávida de más y mentiría si dijese que no disfruté de hasta la última página. A pesar de que hay un romance que me parece un tanto perturbador, la autora logra que lo olvide con la magia que recogen sus palabras y la necesidad de descubrir más sobre los personajes y su futuro. Lo mejor: -La ambientación. El arte de esta autora es tal que me puse a hacer muffins de naranja después de leer un capítulo en el que los mencionaba, no sé si me explico. -Los giros argumentales. -La vinculación del texto con la naturaleza. -Las ganas de seguir leyendo. -La reivindicación de los personajes femeninos. Lo peor: -Un instalove que me perturba -El comportamiento inmaduro de algunos personajes —dijo ella, a pesar de saber que leía una novela juvenil. Para: -Personas con gusto por las brujas y las novelas de fantasía juvenil. -Aquellos a los que no les molesten las descripciones. + Leer más |