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En Sparrow, en el siglo XIX, tres hermanas fueron condenadas a muerte acusadas de brujería. Cada verano a partir de ese momento vuelven al pueblo a tomar venganza de los habitantes que tomaron su vida, cada una llevándose a un hombre al fondo del mar. Esta historia se ambienta en dos tiempos: en el pasado, donde conocemos a las hermanas y su vida; pero principalmente en el presente, donde seguimos a Penny, una chica que toda su vida ha crecido en el pueblo y está familiarizada con la conmemoración anual veraniega, donde siempre desaparecen algunos chicos. Los puntos fuertes del libro son la narración: Shea impregna la historia de un toque nostálgico, donde juega mucho con el paisaje y las descripciones para crear un ambiente de suspenso y añoranza. La historia tiene también su elemento importante de romance: pero no es lo principal, pues está el misterio de las hermanas y la tensión de qué chicos morirán este año. Así que si buscan una historia de romance pero no tan melosa, es una buena opción. Aunque la narrativa es muy atmosférica, en ratos la historia se vuelve algo monótona. Si bien tiene sorpresas, en general se desenvuelve lentamente y en ratos perdí el interés de leerla. Y como comenté, tiene ciertos giros: algunos los vi venir, otros no. No sé que esperaba de este libro, pero ciertamente no la historia que Shea presentó. No digo que sea mala, sólo que no fue para mí y no me encantó. |
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