La balada de la cárcel de Reading de Oscar Wilde
𠇊 ambos nos rodeaba el muro de una cárcel, los dos éramos proscritos; el mundo nos había arrojado de su seno y Dios de su providencia, y el cepo de hierro que acecha al pecado nos había hecho caer en su trampa”. 𠇊lgo había muerto en cada uno de nosotros y lo que había muerto era la esperanza”. “¿Cómo, sino a través de un corazón roto, puede entrar en ella Cristo nuestro Señor?” |