La importancia de llamarse Ernesto / El abanico de lady Windermere de Oscar Wilde
-Se refiere usted al jardín de la muerte -murmuró. -Sí, la Muerte. Debe ser tan hermosa la muerte. Reposar en la tierra suave y parda mientras las hierbas ondean por encima de la cabeza, y escuchar el silencio. No tener ningún ayer, ningún mañana. Olvidar el tiempo, olvidar la vida, estar en paz. |