La escritura como resistencia. Poniéndonos en situación, una niña de 15 años trabajando de sol a sol, como sus hermanas, en el 1831, Inglaterra. La mala suerte de cruzarse con la mezcla de pobreza y un bruto como padre. Y la suerte (ya no entro en si es buena o mala) de tener una sensibilidad y una forma de ser especial. Su trueque con la vida, con el bien y el mal, va a ser aprender a escribir. No cambiará su destino, pero sí mostrará su verdad. El libro está escrito de un modo muy singular, que cuando te acostumbras es como si cobrase vida y te secuestrase hasta el final de la lectura. La prologuista dice lo siguiente: “El relato de la narradora […] es una respuesta a la pregunta ¿Qué hubiera pasado si una joven de clase baja en el siglo XIX hubiera sabido leer y escribir? […] insta a preguntarse por la relación entre el poder y la escritura como forma individual de resistencia”. La relación entre el poder y la escritura como forma individual de resistencia. No para de resonarme. + Leer más |