Hija de fuego y arena de Nafiza Azad
Tal vez no sé de quiénes o de qué clases de personas vengo, pero si la familia que tengo actualmente, las personas a las que les pertenezco y las que me pertenecen...
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Hija de fuego y arena de Nafiza Azad
Tal vez no sé de quiénes o de qué clases de personas vengo, pero si la familia que tengo actualmente, las personas a las que les pertenezco y las que me pertenecen...
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Hija de fuego y arena de Nafiza Azad
-No sé contar historias de amor, Zulfikar -le advierte. Zulfikar inhala su fuego y tiembla. Él se acerca a su cuerpo y alza el mentón de la chica. -Aprenderemos juntos, habibti. -Inclina la cabeza y la besa con el corazón del que está hecho la eternidad. |
Hija de fuego y arena de Nafiza Azad
La muerte es inevitable, Fátima Ghazala. No puedo prometer que no moriré, habibti. Pero antes de la muerte, está la vida. Sin importar cuán cortas sea nuestras horas o cuán rápido pase el tiempo, hay vida. Y dado que hay vida, habibti, permítenos vivirla. No malgaste ni siquiera un segundo de ella.
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Hija de fuego y arena de Nafiza Azad
-Fátima Ghazala emite una risa frágil y breve-. Qué raro es el mundo en el que vivimos. Él me atacó y sin embargo, yo soy quien se preocupa por recibir un castigo.
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Hija de fuego y arena de Nafiza Azad
Desearía no ser una chica. Desearía haber nacido varón. Así nadie hubiera tenido que obligarme a hacer cosas que no quiero hacer.
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Hija de fuego y arena de Nafiza Azad
Las personas le temen a la muerte por dos motivos muy distintos. El primero es obvio: no saben qué hay, si es que hay algo, detrás del velo. Esa es una cuestión de fe. La segunda razón también es evidente: las personas temen ser olvidadas. Viven sus vidas tallando espacios para para sí mismos en el tiempo y la historia para que de todos modos los olviden. Incluso aquellos que ganan fama o notoriedad son víctimas del tiempo; lo que las personas recuerdan no son los individuos directamente, sino cómo los experimentaron quienes los conocían. La verdad de una persona, la esencia de una persona, se desvanece con su muerte. Simplemente, así es la vida.
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Hija de fuego y arena de Nafiza Azad
No puedes juzgar a un pueblo entero por las acciones de unos pocos. No puedes usar tu angustia y tu pena para justificar tu odio y tu discriminación.
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Hija de fuego y arena de Nafiza Azad
Comprende cuáles son los sentimientos que florecen en su interior, pero no sabe por qué o cómo puede sentir algo tan intenso por alguien que apenas conoce. Zulfikar no está listo para entregarle su corazón a alguien nuevo. Quizás, nunca lo estará.
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Hija de fuego y arena de Nafiza Azad
Fátima Ghazala se adentra en el desierto, pensando en aquel instante en nada más que la arena, el cielo y ella misma. Siempre ha sentido que el desierto canta sobre pérdidas, siempre pérdidas, y que si permanece quieta con los ojos cerrados, también llorará por ella.
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Hija de fuego y arena de Nafiza Azad
Bhavya se pregunta cómo es posible que esas personas que tienen tan poco luzcan mucho más felices que ella, que tiene tanto más.
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Hija de fuego y arena de Nafiza Azad
La cuidad de Noor se convirtió en la ciudad de los desplazados. Personas que huían del terror, la guerra y la persecución hallaron casas en los edificios vacíos de la ciudad y hogares los unos en los otros. Personas que hablaban diferentes idiomas aprendieron a comprenderse mutuamente. Personas con distintas creencias aprendieron acerca de la tolerancia... y a veces la enseñaban.
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Hija de fuego y arena de Nafiza Azad
El desierto canta sobre pérdidas, siempre pérdidas, y si permaneces de pie quieto con los ojos cerrados, también llorará por ti.
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¿En que trabaja Kote?