Hija de fuego y arena

La primera vez que vi este libro quedé impresionado con la belleza de la portada, pero cuando leí un poco de la sinopsis quedé enamorado; prometía ser el tipo de fantasy donde los salvadores del día no son personas blancas y que tendría mucha diversidad... y al menos en la diversidad me cumplió.

Fátima no ha tenido una vida fácil, quedó huérfana desde pequeña y cuando por fin una familia la adoptó y creyó tener un poco de estabilidad, sucede un ataque hacia toda la ciudad de Noor por parte de los Shayateen, una clase de djinn que lo único que quieren es crear caos. Misteriosamente Fátima, su hermana y una anciana son las únicas que sobreviven a este ataque. Ya han pasado varios años desde ese incidente, la vida continuó y Fátima tiene que ganarse la vida, así que trabaja como repartidora y la ventaja es que puede visitar con frecuencia a Firdaus, un anciano dueño de una librería que no es nada más que amable con ella y por eso lo llega a estimar. Cuando Firdaus es envenenado y aparece Zulfikar (emir de Noor y jefe de los Ifrit), muchos secretos comienzan a ser revelados, inclusive parte del pasado de Fátima es revelado y este deja asombrados a más uno, haciendo que la misma Fátima se cuestione quién es y cuál es su destino.

Quiero empezar con lo que más me gustó: el mundo creado. No había leído nada sobre personas con fuego por dentro y que tienen mejores habilidades que las personas normales... casi como súper humanos, pero sin llegar a serlo. No sé cómo explicarlo bien, pero son seres con habilidades superiores que no son humanos y que para adquirir una forma humanoide deben demostrar que son dignos. Además conforme avanza el libro nos vamos adentrando en lo que es su mundo, sus reglas y todas esas cosas que tanto nos gustan de la creación de un mundo nuevo. Y en serio me encantó, quería más y más.

La fantasía que creo la autora me encantó, los Djinn son un pueblo entero, divido en varias especies y cada una tiene sus propias características, pero los que conocemos son a los Ifrit (los buenos, buscan el orden) y a los Shayateen (ellos son los malos, se rigen por el caos y es su único propósito en la vida), pero también hay otros tipos de djinn y de los que llegamos a conocer muy poco porque apenas y llegan a aparecer. Lo interesante aquí está en que ellos habitan en un espacio completamente diferente al de nosotros y no poseen una forma humana, más bien se encuentran como fuego, aunque con todas las habilidades y capacidades que tiene un humano pero sin poder hacerlas tangibles, por lo que para poder tener una forma física, necesitan ser nombrados por el dador de nombres, quien es básicamente como su Dios, y así poder relacionarse con el resto del mundo, algo que en serio anhelan. La cosa con los Ifrit es que Firdaus, el dador de nombres, hizo un acuerdo con los humanos para que pudieran tener un lugar en la tierra donde habitar y el precio de este trato es que tendrían proteger a los humanos de, nada más ni nada menos que, los Shayateen, los djinn exiliados... Ajá, suena muy interesante y esta pequeña parte de la trama me hizo querer terminarlo, es algo que nunca había leído y realmente sí me sumergí en el mundo presentado.

El contexto cultural es precioso. Siempre ando mencionando esto, pero nos faltan más libros diversos y con culturas diferentes a la occidental, así que leer un poco de medio oriente y su cultura fue increíble. Las primeras págs del libro se centran en ambientarnos, presentarnos sus tradiciones, costumbres y el modo en que viven. Realmente me encantó que la autora lo hiciera porque tienes un poquito de idea de lo importante que resultan cosas como la religión, la familia, la realeza y las jerarquías. Es súper importante entender este contexto porque de esto se derivan muchas decisiones que a nosotros nos podrían parecer tontas o absurdas y que al final son congruentes por el contexto y dinámica cultural.

Hablando de personajes... pfff, hay muchísimos y en momentos me llegué a confundir porque, para empezar no son nombres con los que estoy familiarizado, aparte tenemos las perspectivas de tres personajes y vemos sus dinámicas familiares y sociales, lo que resulta en demasiada info para procesar y relacionar (porque sí, da la casualidad que todas las historias se van entrelazando). Pero solo mencionaré un poco a los que considero más importantes.
Fátima Ghazala: nuestra protagonista. de ella me es muy difícil tener una idea clara porque por momentos la sentí súper empoderada y la prota que merecemos y por otros parecía más un personaje que estaba para que la historia fluyera y que podía ser manejada al antojo de la autora, si eso siquiera tiene sentido. He de admitir que le falta originalidad y que bien puede ser cualquier protagonista de libro juvenil distópico... situado en medio oriente. No ofrece nada nuevo. La cosa con ella es que no es una simple humana, tiene algo más por dentro (que desde el principio se nos reveló) y que termina siendo revelado cuando Firdaus muere, haciéndola LA pieza clave en la historia.
Firdaus: el dador de nombres. A él casi no lo conocemos por su prematura muerte, pero sabemos de la importancia que tiene como dador de nombre de los djinn y vemos atisbos de su calidad humana. Definitivamente quería más de él y me dolió su muerte, no puedo mentirles.
Zulfikar: emir de Noor. Aaaaahhhh, este hombre (djinn) me frustra en serio. Es uno de los personajes más relevantes en el libro y no logré conectar con él. Me parece insufrible, altanero y esa clase de persona que se cree superior a todos solo por tener un puesto de poder.
Bhavya: rajkumari, princesa de Qirat. Ella es un personaje que en un principio creemos boba y de relleno, porque su papel consiste en ser princesa y cumplir con sus deberes reales, a-bu-rri-do, pero poco a poco va adquiriendo fuerza hasta ganarse el que esperemos sus capítulos. de lo rescatable del libro, con una evolución creíble y sin dudas mi favorita.

Empoderamiento femenino.
Creo que sería injusto no mencionar esto porque lo sentí muy presente. La mayoría de nuestras voces principales son mujeres y de ellas depende que la historia fluya. Y aunque la mayoría me dieron igual, hay un par que son joyas y varias escenas específicas que me enorgullecían (de hecho hay una con nuestra protagonista donde cuestiona por qué ella debe pedir perdón cuando el hombre claramente es el que está mal. JOYA). Hay que recordar que viven en una cultura machista donde el papel de la mujer se limita a casarse, bajar la cabeza y existir, porque ni se les permite ser. Tristísimo que esto siga sucediendo. No me atrevería a decir que es un libro feminista, pero sí uno con empoderamiento femenino. Y me encanta esa parte.

Mientras más avanzaba más sentía que todo giraba en círculos y no llegaba a ningún lugar. Creo que la autora perdió el equilibrio entre darnos la ambientación e introducción cultural adecuada y crear una historia de fantasía. Si se hubiera centrado solo en el aspecto cultural tendríamos un contemporáneo increíble, de esos que pegan duro; si se hubiera centrado solo en la fantasía tendríamos un librazo que te vuela la cabeza. de verdad habría apreciado con el alma que la historia de los djinn se explotara hasta el fondo y pudiéramos conocer más de sus orígenes, cultura, modos de vida, ambiciones y la importancia de querer vivir en el mundo humano. al final nos quedamos sin nada: medio contemporáneo y medio fantasy, pero sin llegar a ser bueno en ninguno de los dos. Sí me sentí decepcionado por el potencial desperdiciado.

Y para rematar las cosas que entorpecieron mi experiencia con este libro tenemos la narrativa. En un principio me costó trabajó avanzar y lo atribuí al clásico "es en lo que me acostumbro a cómo escribe la autora", pero pasando de la página 100 nomás no le agarraba el ritmo y supe que la narrativa para mí era demasiado densa, descriptiva y lenta para ser fantasía juvenil y a la vez algo simple para ser fantasía más madura. al final sentí todo muy adornado y solo metiendo paja a una historia buena, al grado de tener que abandonarlo por meses.

En resumen, Hija de fuego y arena es un fantasy juvenil ambientado en medio oriente que reivindica el papel de la mujer en esa sociedad y les da el poder que merecen, pero se pierde en el camino y olvida el construir una historia principal de fantasía y no solo de fondo. Aunque al final quedé decepcionado, no dudo en darle una nueva oportunidad a la autora para ver cómo progresa y quizás volverme fan de sus historias.
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Fátima vive en la Ciudad de Noor, en la Ruta de la Seda. En esa ciudad hay un cúmulo de culturas e idiomas que se mezclan para darle vida. Hace unos años la ciudad fue atacada y solo sobrevivieron Fátima, su hermana Sunaina y la Abuela Laali. Fátima sabe que hay algo distinto en ella, sueña con arena y fuego. Pero todo realmente cambia cuando un Ifrit muere delante de ella, Firdaus, y la convierte en algo que nadie entiende metiéndola de lleno en un mundo de magia, fuego e intrigas políticas.

No les pasó, que decidieron leer un libro, esperando nada... Y de repente, tienen un historia espectacular entre manos. Buenos, eso me sucedió con esta historia. Sinceramente, no esperaba nada, y me encontré con una hermosa historia, relatada con color, aromas y sabores. Con un amor profundo, con familia y lealtad, con dolor y risas. La adoré de principio a fin.

Esta es una historia con un poder femenino muy grande. Con una cultura muy fuerte. Y con unos sentimientos muy bien descriptos. Agradecí que al principio del libro hay un resumen de los personajes y sus relaciones, y al final, un diccionario de palabras referido a la cultura Musulman.

Fátima es un personaje espectacular, fuerte y conciso. Ella es independiente y ama con fuerza a todos aquellos a los que considera su familia (sin ser estos de sangre). Me gustó mucho eso del libro. La sensación de que la familia uno la encuentra y la arma donde está su hogar y no necesariamente tiene que ser familia de sangre. Pero tampoco por eso, esto es menos importante.

Zulfikar me gustó mucho desde el momento. Es un personaje fuerte que sabe apreciar el talento de los demás. Me encanta como interactua con Fátima. Desde el principio sabe que algo siente hacia ella, pero deja que el sentimiento se desarrolle de a poco.

También me encantaron todos los demás personajes; Sunaina quien demuestra que los prejuicios son malos pero se les puede ganar con el corazón; las hermanas Alif, con su cariño y su aceptación de casa persona por quién es y no por lo que es; y Bhavrya que demuestra que hasta la persona más débil, puede ser el pedestal que necesita su familia.

Este libro me dejó muchas enseñanzas. Y muchos personajes femeninos muy fuertes. Colores, aromas, y una cultura que no entendía, de repente aparecieron ante mí.

El libro es hermoso, pero lo que más me llamó la atención fue la portada... Es divina! (Y la razón por la cual lo leí). Me hubiera gustado un mapa de la ciudad, no termine de inaginarmela, tan laberintica como es.
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