Hija de fuego y arena de Nafiza Azad
-No sé contar historias de amor, Zulfikar -le advierte. Zulfikar inhala su fuego y tiembla. Él se acerca a su cuerpo y alza el mentón de la chica. -Aprenderemos juntos, habibti. -Inclina la cabeza y la besa con el corazón del que está hecho la eternidad. |