Guerra y paz de León Tolstoi
Le era difícil pensar que mientras ella vivía sólo pensando en él, él vivía una vida propia, veía países nuevos, conocía personas diferentes que le interesaban.
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Guerra y paz de León Tolstoi
Le era difícil pensar que mientras ella vivía sólo pensando en él, él vivía una vida propia, veía países nuevos, conocía personas diferentes que le interesaban.
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Guerra y paz de León Tolstoi
Recuerda siempre que nunca me moveré de este principio: la mujer tiene derecho a elegir, y tú ya sabes que dispones de toda la libertad. Acuérdate tan sólo de una cosa: de que de tu decisión depende la felicidad de tu vida. No has de preocuparte para nada de mí.
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Guerra y paz de León Tolstoi
Está bien porque ha terminado y porque me ha quitado de encima la duda que me trastornaba.
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Anna Karenina de León Tolstoi
Cuando se ama a una persona se la ama tal como es, aunque no sea como uno quisiera que fuese.
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Guerra y paz de León Tolstoi
-Es difícil juzgar -dijo él- a nuestros contemporáneos, nuestros descendientes les juzgarán.
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Resurrección de León Tolstoi
A decir verdad, ninguna palabra precisa los había comprometido, pero las miradas, las sonrisas, las alusiones, los silencios, eran suficientes, a su juicio, para considerarlo como suyo.
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Relatos de sebastopol de León Tolstoi
La pólvora y la sangre no consiguen resolver una cuestión que los diplomáticos no supieron zanjar.
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Felicidad conyugal de León Tolstoi
Da miedo unir la propia vida a otra persona... Se crea un espacio restringido donde es difícil respirar interiormente
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Guerra y paz de León Tolstoi
Los primeros fríos, los primeros hielos otoñales habían llegado ya. Las heladas matinales endurecían la tierra bañada antes por la lluvia convirtiéndola en un cristal resbaladizo, peligroso. Los grupos de árboles, que a últimos de agosto parecían todavía islotes verdes entre los campos negros labrados y los tresnales, se habían convertido en doradas islas de un rojo vivo entre los sembrados de otoño, de verde primerizo. La liebre había casi cambiado el pelo; las zorras jóvenes comenzaban a dispersarse, y los lobos cachorros eran ya más altos que los perros. Era la mejor estación para la caza. |
La edad de la inocencia