Obra maestra de Juan Tallón
Pensé que las personas con las manos metidas en los bolsillos tenían estilo. Como si creyesen que el mundo puede dirigirse con la mirada, sin tocar nada
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Obra maestra de Juan Tallón
Pensé que las personas con las manos metidas en los bolsillos tenían estilo. Como si creyesen que el mundo puede dirigirse con la mirada, sin tocar nada
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Obra maestra de Juan Tallón
Las grandes noticias, y también las peores, llegan a menudo en mitad de instantes absolutamente normales.
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Obra maestra de Juan Tallón
Así que puede decirse que soy un artista del peso, que aspira a convertir lo pesado en ligero.
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Rewind de Juan Tallón
Mi padre y yo declinamos participar en un acto público. No nos apetecía rebobinar ante desconocidos. Porque se acabaría así, pulsando el botón de rewind, mientras nos veían millones de personas a través de los televisores y regresábamos a los periódicos y a las radios, que nos recordarían que nuestros seres queridos ya no estaban. Nosotros ya vivíamos instalados en un rewind privado, yendo de delante atrás continuamente.
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Fin de poema de Juan Tallón
Cesare mira sin metafísica desde la ventana cómo se derrite la ciudad. Se derrite lentamente, como el sol de la infancia. Pasados unos segundos, que gasta en la prolongación de sus silencios, recorre descalzo el pasillo hasta la cocina, donde María enjuaga la ropa en el lavadero. Lleva un vestido de flores y el pelo suelto. Canta algo que él no identifica. «Buenos días, Cesare. ¿Café?», pregunta su hermana. Cesare mantiene el silencio, pensativo, como si el café condujese a la filosofía. Cuando despierta del ensimismamiento pide, por favor, una taza de café pero con «dos gotas de leche templada». A estas horas ya nota el aliento pegajoso de agosto. Nada más aparecer el sol deja caer el calor a calderos. |
Rewind de Juan Tallón
A veces, todo lo que una persona inmensamente triste necesita es una pared contra la que derrumbarse
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Rewind de Juan Tallón
Si la vida era aleatoria, que lo fuese. Hay hechos que sólo admiten un número de vueltas de tuerca, y si les das más de la cuenta, empiezan a carcomerte y el pensamiento deriva en laberinto
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Rewind de Juan Tallón
No me apetecía rebobinar ante desconocidos. Porque se acabaría así, pulsando el botón rewind. Nosotros ya vivíamos instalados en un rewind privado, yendo de delante atrás continuamente (página 144)
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Rewind de Juan Tallón
Siempre hay un segundo, cuando el mundo te espanta, porque alguien a quien amas fallece, o enferma, o simplemente caes enfermo tú, en el que adquieres la conciencia de la fragilidad de la vida, incluso de su extrema transitoriedad, y vislumbras que las cosas trascendentales son otras diferentes a las que regularmente persigues.
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Rewind de Juan Tallón
Hay infinitas formas de percibir el tiempo que a menudo no tienen que ver con la realidad, o no de un modo preciso. La inexactitud es muchas veces parte consustancial de cualquier visión que tengamos del mundo.
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Rewind de Juan Tallón
Tiendo a creer que, en último término, el ser humano añora solo la belleza. Las personas a quienes quiere, los sitios en los que fue feliz, los amigos que le hicieron la vida más fácil, los objetos que lo consuelan, las redes de seguridad, la fuerza invisible de las expectativas son belleza, y su ausencia prolongada se vuelve insoportable para los sentimientos.
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Rewind de Juan Tallón
A veces en la vida todo ocurre o deja de hacerlo por muy poco, ese poco puede ser un minuto, unos metros, un cambio de idea repentino. Y una insignificancia semejante te salva o te mata.
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Rewind de Juan Tallón
Es como si no supiésemos vivir, o nos las apañásemos especialmente bien para hacerlo sobre nuestros peores errores, que ni siquiera conocemos. Siempre hay un segundo, cuando el mundo te espanta, porque alguien a quien amas fallece, o enferma, o simplemente caes enfermo tú, en el que adquieres conciencia de la fragilidad de la vida, incluso de su extrema transitoriedad, y vislumbras que las cosas trascendentales son otras diferentes a las que regularmente persigues. Y sientes una diáfana vocación por cambiar, y vivir más intensamente cada una de las pequeñas partes que forman una hora, un día, una semana, y sentirte compensada por no tener fiebre, o neumonía, o algo mucho peor, aunque no se cumpla una ilusión, o no consigas comprar las cosas que quieres, o viajar a los lugares fascinantes donde aún no has estado. A la vuelta de los días, sin embargo, te restableces, y la diabólica velocidad del mundo vuelve a embelesarte. Te olvidas de todo, en especial de la idea de disfrutar de otra manera de la vida. La propia realidad te desposee de la aflicción, supongo, y del duelo y de tus remordimientos por vivir como vivías, y cuando lo adviertes estás girando nuevamente, como si el desconsuelo por la muerte de tus amigos hubiese pasado en balde. Y eso es sencillamente terrible, terrible, terrible.
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Rewind de Juan Tallón
Un año después descubrí que ese no había sido el mejor momento de aquel viaje. A veces lleva demasiado tiempo saber cuándo exactamente fuiste más feliz.
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Rewind de Juan Tallón
Parecía que otra vez íbamos a engendrar ilusiones por las cosas simples, que, en realidad, son las ilusiones más difíciles de poner en práctica.
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Rewind de Juan Tallón
Muchas cosas cambiaron a partir de esa noche. Qué si no. Era un golpe de vida, y los golpes de vida mueven las cosas seguras, que siempre han sido de determinada manera, de su sitio original. La fortaleza de una persona se demuestra en su capacidad para, con paciencia, redimirse, devolver todo lo que se ha movido, y que es importante, a su lugar.
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¿En que año nació Marcel Proust?