Cruz Castro regresa a Calixe, su pueblo. Lo extraño es que Cruz desapareció hace cuatro años y por más que se investigó no se pudo averiguar qué había sido de ella. Afortunadamente, ha reaparecido y lo ha hecho con una explicación: los mouros la secuestraron y le dieron una nueva oportunidad al mostrarle lo malo de la vida que estaba llevando enseñándole el camino a seguir. Los mouros son unos seres míticos que, según cuentan las leyendas y la cultura popular gallega, habitan el subsuelo. Allí mismo ha estado encerrada Cruz durante esos cuatro años, bajo tierra. Los mouros no le han tratado mal, al contrario, le han dado una razón para vivir. Por supuesto, nadie le cree. Lo que sus convecinos creen es que se fugó con un hombre y que, tras ser abandonada por él, ha vuelto con el rabo entre las piernas y una historia absurda para justificarse. Pero Asunta Loureiro, una periodista del lugar, la entrevista y, aunque no cree lo de los mouros, sí que piensa que Cruz fue realmente secuestrada pero no por seres míticos sino por una o varias personas reales, quizás una secta, y decide investigar. Su interés aumenta cuando otra chica aparece asesinada con una herida en la espalda hecha a cuchillo en la que se puede leer “mala semilla” Me gustan mucho las novelas situadas en pueblos pequeños y perdidos del norte, ya sea de Galicia como en este caso, ya de Asturias o del País Vasco. Creo que estos escenarios dan a las novelas un aura muy particular; máxime cuando hacen referencia a seres fantásticos o legendarios como las mouras, el basajaun, etc… Que una tiene los pies en el suelo y no cree en estas cosas pero sí que cree que otras personas puedan creer. Y más en ciertos sitios perdidos de la mano de Dios como Calixe. Un pueblo gallego que realmente no existe pero que podría existir; a cada lector situarlo en el lugar que prefiera. Yo me lo he imaginado perfectamente y lo he sentido tan real como si lo fuera de verdad. El comienzo es de lo más original. He leído muchas novelas sobre desapariciones y secuestros y casi todas empiezan de la misma manera: con la desaparición de alguien. Creo que ésta es la única que he leído que empieza con la reaparición. Y encima diciendo cosas raras de mouros y no sé qué historias más. Todo es lo suficientemente raro para enganchar al lector desde el primer capítulo. La historia es relativamente sencilla y ha sido contada de forma similar en varias ocasiones (aunque con la particularidad de la ubicación y el juego con las leyendas populares gallegas). Tiene un objetivo claro que es enganchar y entretener al lector y qué duda cabe de que lo consigue con creces. Es un libro de lectura ágil y sencilla, las páginas pasan sin esfuerzo y, como es habitual en el género, encontraremos alguna sorpresa y giro argumental. Todo esto unido a los capítulos cortos y la abundancia de diálogo hacen de él un libro para devorar en dos o tres días. La novela se estructura en un prólogo titulado Silvina y tres grandes partes subdivididas a su vez en capítulos con un total de setenta y nueve. Los capítulos son muy cortos, algunos ni siquiera ocupan toda la página. En la mayor parte de los capítulos es Asunta, la periodista, quien nos cuenta las cosas en primera persona pero hay algunos capítulos no protagonizados por ella en los que un narrador omnisciente toma la palabra. Con un estilo sencillo y directo y un ritmo ágil, la novela se lee rápida y fácilmente. Los personajes están bastante bien dibujados. La protagonista es Asunta y es la única que no nos generará dudas porque lo cierto es que de los demás dudaremos casi continuamente Conclusión final “La cosecha pálida” es un libro sobre reapariciones. Un thriller sumamente entretenido con un inicio diferente y una fantástica ambientación en un pequeño pueblo inexistente de la Galicia profunda. Un libro para devorar. Enlace: http://librosquehayqueleer-l.. + Leer más |