Una corona de huesos dorados de Jennifer L. Armentrout
—Bien. —Entonces me puse en pie; la corona de rubíes colgaba flácida en mis dedos—. Asegúrate de que sepa que soy la Elegida, la Bendecida, y de que llevo en mi interior la sangre del Rey de los Dioses. Soy la Liessa de los wolven, la segunda hija, la legítima heredera de las coronas de Atlantia y de Solis. Soy la Reina de Carne y Fuego y los guardias de los dioses cabalgan conmigo. Dile a la Reina de Sangre que se prepare para la guerra.
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