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Los crímenes de la carretera de J.D. Barker
Hace mucho tiempo aprendí que puedes mentir a los demás, pero resulta imposible tragarse las películas que te montas tú misma por mucho que te las repitas.
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Los crímenes de la carretera de J.D. Barker
Las pastillas hacían que me sintiese como si fuera un espectador de la vida más que alguien que participara de ella; me anestesiaban ante todo, lo bueno y lo malo. Me convertían en una persona a medias.
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La sexta trampa de J.D. Barker
El CM ha evitado que lo atrapemos durante tanto tiempo porque es un puto loco con unas motivaciones que no tienen sentido para nadie más que para él.
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El cuarto mono de J.D. Barker
Las cosas no son así en la vida real. He presenciado el final de más personas de lo que soy capaz de recordar, y todas ellas parecían albergar la misma expectativa al final, los ojos miraban a la puerta esperando a que llegara su salvador. Pero no llega. En la vida real, el único y verdadero salvador es uno mismo.
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El cuarto mono de J.D. Barker
Hola! hoy os traigo reseña de este librazo. Iba con unas expectativas muy altas con este libro, ya que todo son críticas buenas y la verdad es que las ha cumplido. Empecé este libro en una LC y ha sido un placer poder comentar con el resto de compañeros. Suerte de tener metas porqué creo que me hubiese leído el libro en mucho menos tiempo de lo que lo hicimos. El libro se narra a distintos tiempos y la parte que más me ha gustado y he disfrutado es el diario del CM en el que explica su infancia y se entienden el porqué de ciertas actuaciones en la actualidad. Hemos empezado la LC de la quinta víctima y echo muchísimo de menos el diario. En cuanto a los personajes me han gustado mucho y pienso que han estado muy bien elaborados, sobretodo el inspector Porter. Con este libro solo puedo decir que mejor no hacerse teorías porqué no se van a cumplir |
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El cuarto mono de J.D. Barker
"Las mujeres eran perfectamente capaces de arreglárselas con el dolor, pero no con las emociones. Los hombres se las arreglaban con las emociones, pero no con el dolor."
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El cuarto mono de J.D. Barker
Las cosas no son así en la vida real. He presenciado el final de más personas de lo que soy capaz de recordar, y todas ellas parecían albergar la misma expectativa al final, los ojos miraban a la puerta esperando a que llegara su salvador. Pero no llega. En la vida real, el único y verdadero salvador es uno mismo.
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El cuarto mono de J.D. Barker
No escuches el mal. No veas el mal. No pronuncies el mal. No hagas el mal.
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La sexta trampa de J.D. Barker
Hay huellas en la vida, que por más que friegues y limpies, nunca se borran
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El cuarto mono de J.D. Barker
Surgieron más lágrimas. Años después reflexionaría sobre esto. Era como si a las mujeres no se les acabaran nunca. Con qué facilidad y con qué fuerza se les saltaban ante un estímulo emocional. A los hombres, sin embargo, no. Los hombres rara vez lloraban, y no por emotividad, en cualquier caso. A ellos, era el dolor lo que les hacía llorar como magdalenas, el dolor les abría a tope la espita. Las mujeres eran perfectamente capaces de arreglárselas con el dolor, pero no con las emociones. Los hombres se las arreglaban con las emociones, pero no con el dolor. Las diferencias eran sutiles a veces, pero ahí estaban.
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La sexta trampa de J.D. Barker
Dickinson es increíble. Sus versos fluyen con la facilidad del agua. Es como si, no sé, como si supiera exactamente qué palabras deben ir unidas. Como si cogieras un montón de palabras y las barajases, y ella supiese exactamente en qué orden ponerlas.
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La quinta víctima de J.D. Barker
No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No; temed al que puede llevar a la perdición el alma y el cuerpo en la gehena.
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Drácula. El origen de J.D. Barker
... los adultos pierden la capacidad de imaginar, de creer en lo que les es desconocido. Los niños aceptan el misterio como un hecho, lo asimilan como si lo tuvieran claro como el agua y no se detienen a pensarlo ni un solo instante.
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El cuarto mono de J.D. Barker
Nunca podrás querer a nadie tanto como a tus propios hijos, incluido tú mismo. Y harás cualquier cosa, lo que sea, con tal de protegerlos.
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La sexta trampa de J.D. Barker
Los recuerdos son fluidos, como el agua. Pueden desaparecer por las grietas más minúsculas de la pared, gota a gota, pero nunca se desvanecen por completo se enquistan ahí de tras del moho, hasta que ya no se los puede contener, y entonces encuentran una rendija y buscan la luz
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La quinta víctima de J.D. Barker
... Llora porque la hace sentir mejor. Llora porque la ayuda a sanar. Llorar es una reacción normal, la reacción adecuada. Me preocupa mucho más una persona que no llora...
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Gregorio Samsa es un ...