Tokio blues de Haruki Murakami
A nadie le gusta la soledad. Pero no me interesa hacer amigos a cualquier precio. No estoy dispuesto a desilusionarme.
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Tokio blues de Haruki Murakami
A nadie le gusta la soledad. Pero no me interesa hacer amigos a cualquier precio. No estoy dispuesto a desilusionarme.
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Sauce ciego, mujer dormida de Haruki Murakami
Porque, en definitiva, la faz de la tierra que nosotros pisamos conduce al mismo centro del globo terráqueo, y éste, a su vez, ha absorbido una cantidad asombrosa de tiempo.
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Sauce ciego, mujer dormida de Haruki Murakami
—El corazón de las personas es como un pozo muy profundo. Nadie sabe lo que hay en el fondo. Sólo podemos imaginárnoslo mirando la forma de las cosas que, de vez en cuando, suben a la superficie.
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Sauce ciego, mujer dormida de Haruki Murakami
Las cosas que no comprendía solían ser las que me robaban el corazón.
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1Q84 de Haruki Murakami
La enseñanza más importante que la Historia ofrece a las personas tal vez sea que en cierto momento nadie sabía lo que sucedería en el futuro.
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1Q84 de Haruki Murakami
También hay quien se rie de lo que digo porque piensa que es ser demasiado cauteloso, pero los que mueren o sufren una gran herida por algún accidente tonto siempre son tipos que se rien de la gente precavida
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1Q84 de Haruki Murakami
Los hombres que emplean la Violencia en el hogar, con sus mujeres e hijos, son todos hombres de carácter débil. Es justo esa debilidad la que los obliga a encontrar a personas más débiles y victimizarlas.
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1Q84 de Haruki Murakami
Se trata de una manera de vivir. Estar siempre en disposición de protegerse es importante. Una no puede resignarse a ser atacada. La debilidad crónica corroe a las personas.
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1Q84 de Haruki Murakami
No parecer algo no tiene que ser malo a la fuerza. Eso significa que a uno todavía no lo han encasillado.
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1Q84 de Haruki Murakami
Las mariposas son criaturas de una elegancia, ante todo, efímera. Nacen en algún sitio, buscan tranquilamente un número reducido de cosas y, poco después, van desapareciendo a escondidas para irse a algun lugar. Tal vez un mundo distinto de éste.
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Haruki Murakami
A mí, ahora, apenas me queda corazón. Mi calor ya se ha esfumado en la distancia. Incluso a veces me olvido de que alguna vez lo tuve. Pero aún puedo llorar. Estoy verdaderamente sola. En el lugar más frío y solitario del planeta. Cuando lloro, el hombre de hielo me besa la mejilla. Y mis lágrimas se convierten en hielo. Entonces, él toma en su mano mis lágrimas de hielo y se las pone sobre la lengua. ''Te quiero'', me dice. Y no miente. Lo sé muy bien. El hombre de hielo me ama. Pero el viento que viene soplando de alguna parte se lleva atrás, muy atrás, hacia el pasado, sus palabras convertidas en blanco hielo. Yo lloro. Continúo derramando grandes lagrimones de hielo. En una casa de hielo del Polo Sur congelada en la distancia.
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After Dark de Haruki Murakami
El suelo que pisamos parece muy firme, pero, a la que pasa algo, se te derrumba de golpe. Y a la que te hundes, sanseacabó. Ya no hay vuelta atrás. Luego lo único que te queda es ir viviendo sola en el mundo de abajo, entre tinieblas.
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Kafka en la orilla de Haruki Murakami
También es difícil separar al navegante del mar. También es difícil distinguir la realidad de los sentimientos.
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Kafka en la orilla de Haruki Murakami
¿Crees que la música posee el poder de cambiar a la gente? (...). Experimentamos algo y, como resultado, ocurre algo. Es una especie de reacción química. Luego nos examinamos a nosotros mismos y descubrimos que la gradación de todo lo que nos rodea ha ascendido un punto. Y que, a nuestro alrededor, el mundo se expande. (...) Si no existiera, nuestras vidas serían más vacías, más áridas. Berlioz lo dice. Si terminas tu vida sin haber leído a Hamlet, es como si la hubieses pasado dentro de una mina de carbón.
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Kafka en la orilla de Haruki Murakami
El viento no tiene cuerpo. No es más que el término genérico del desplazamiento del aire. Tú aguzarás el oído. Entenderás la metáfora.
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Kafka en la orilla de Haruki Murakami
Escuche, por ejemplo, este acorde. ¡Mire! Es muy suave, pero posee un espíritu obstinado y centrípeto, lleno de una curiosidad abierta como la de un muchacho. —Como una película de François Truffaut. |
Kafka en la orilla de Haruki Murakami
Si uno tiene la valentía de reconocer su error, las cosas, generalmente, se pueden arreglar. Pero la estrechez de miras y la intolerancia de la gente sin imaginación son igual que parásitos. Provocan cambios en el cuerpo que les acoge y, mudando de forma, se reproducen hasta el infinito. (...) Yo no puedo tomarme a risa a gente como esa.
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Kafka en la orilla de Haruki Murakami
Tu corazón es como un gran río crecido tras un largo periodo de lluvias. Los postes indicadores del camino están, todos sin excepción, sumergidos en la corriente, o tal vez hayan sido arrastrados a otro lugar oscuro. Y la lluvia sigue cayendo torrencialmente sobre el río. Y cada vez que veas en las noticias las imágenes de unas inundaciones pensarás: «Sí, justo. Ése es mi corazón».
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Kafka en la orilla de Haruki Murakami
puesto que una persona está viviendo, la relación entre ésta y todo lo que la rodea, no importa lo que sea, cobra sentido de una manera natural. Y lo más importante es si esto sucede de una manera espontánea o no. No se trata de ser inteligente o tonto. La cuestión es si ves las cosas con tus propios ojos o no las ves.
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Kafka en la orilla de Haruki Murakami
—Lo que yo deseo, la fuerza que yo busco, no es aquella que lleva a ganar o a perder. Tampoco quiero una muralla para repeler fuerzas que lleguen del exterior. Lo que yo deseo es una fuerza que me permita ser capaz de recibir todo cuanto proceda del exterior, resistirlo. Fortaleza para resistir en silencio cosas como la injusticia, infortunio, la tristeza, los equívocos, las incomprensiones.
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