Por una parte el libro se me ha hecho bastante pesado al principio y llegaba a veces a perderme entre tantos personajes que salían de repente, a parte de que me costo un poco habituarme a la narración, que me ha recordado un poco a Crónica de una muerte anunciada, gracias a eso me he situado un poco mejor. A estas alturas muchos deben conocer la historia superficial de la obra por las películas u operas de la misma. Pero sinceramente en tema de historia no le hacen justicia. No pretendo desprestigiar a las antes nombradas, pero la novela nos sitúa de diferentes puntos de vista de los personajes y nos hace comprenderlos mejor que con las representaciones de las operas o las actuaciones en películas. Lo que a lo mejor si se hecha un poco de menos, a menos en mi caso, es poder oír cantar a los personajes. Hablando pues de los personajes mi favorito sin duda a sido Erik, el fantasma de la ópera, el cual es simplemente un alma atormentada, demasiado creativa e inteligente, pero con la desgracia de no tener un buen porte de caballero, por lo cual debe esconderse. Chistine es un personaje que no me ha interesado nunca la verdad, me es indiferente la chica, que le vamos a hacer. Raoul en algunas partes se me hizo muy pesado con tanto amor que le tenía a Chistine que no me extraña nada que la muchacha intentara irse de su lado, con lo pesado que se ponía a veces el chico. Por último, pero no menos importante, El Persa me ha parecido un personaje muy interesante, que ya conocía a Erik y todo su pasado, sinceramente un buen personaje. La ambientación me ha parecido muy interesante, no sabía que pudieran haber tantos pisos, recovecos o pasajes en la Ópera, ¡Que tenían hasta un lago y unas cuadras para caballos! No se como no cedía de alguna forma todo eso la verdad. En definitiva, una buena lectura, si bien es cierto que al principio es un poco confuso y pesado, con los primeros capítulos de van adquiriendo más ganas de saber lo que pasa. + Leer más |