Crónicas de la vida que pasa de Fernando Pessoa
Todo hombre que merece ser famoso sabe que no vale la pena serlo.
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Crónicas de la vida que pasa de Fernando Pessoa
Todo hombre que merece ser famoso sabe que no vale la pena serlo.
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Crónicas de la vida que pasa de Fernando Pessoa
Trabajemos al menos---nosotros,los jóvenes---para perturbar las almas,por desorientar los espiritus.
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Libro del desasosiego de Fernando Pessoa
El propio sueño me castiga. He adquirido en él tal lucidez, que veo como real cada cosa que sueño. Se ha perdido, por tanto, todo cuanto valoraba como soñado.
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Libro del desasosiego de Fernando Pessoa
La vida es lo que hacemos de ella. Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos.
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Poemas de Alberto Caeiro de Fernando Pessoa
¡Dichosos quienes agitan un pañuelo de despedida! Son felices, sienten pena... Sufro sin pena la vida. Me duele hasta donde pienso, y el dolor es de pensar, huérfano en un sueño suspenso que la mar quisiera vaciar... Y asciende hasta mí, cansado de inútiles agonías, del muelle donde no zarpo, marejada de los días. |
PESSOA MÚLTIPLE de Fernando Pessoa
"A la noche que entra no pertenece, Lidia, el mismo ardor que el día nos pedía." -Fernando Pessoa-
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Libro del desasosiego de Fernando Pessoa
"Hay en los ojos humanos, incluso en los litográficos, una cosa terrible: el aviso inevitable de la conciencia, el grito clandestino de que hay alma"
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Poemas de Alberto Caeiro de Fernando Pessoa
Los campos al fin no son tan verdes para los que sn amados como para los que no lo son.
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Antología poética: El poeta. Es un fingidor: 3 de Fernando Pessoa
En el umbral de mi ser grandes misterios residen, y pajarracos que, al ver que lo tardo en trasponer, dudan y mis pasos miden. Son aves llenas de abismo como las que el sueño cría. Dudo, si pienso en mí mismo, y es para mí un cataclismo el umbral del alma mía. Al despertar soy dichoso y me alegro de la luz, aunque el día es enojoso; que el umbral es pavoroso y cada paso una cruz. |
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La hora del diablo de Fernando Pessoa
Pero yo nunca pretendí decir la verdad a nadie, en parte porque de nada sirve, y en parte porque no la conozco. Creo que mi hermano mayor, Dios todopoderoso, tampoco la sabe.
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Poemas de Fernando Pessoa
En el callejón que encontré no existe el número de/ puerta que me dieron, / desperté en la misma vida en que me había dormido. / Hasta mis ejércitos soñados fueron vencidos.
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Libro del desasosiego de Fernando Pessoa
La libertad es la posibilidad de aislamiento. Eres libre si puedes alejarse de los hombres sin que te obligue a buscarlos la necesidad del dinero, o la necesidad gregaria, o el amor, o la gloria, o la curiosidad, que en el silencio y en la soledad no pueden encontrar alimento. Si te resulta imposible vivir solo, has nacido esclavo. Puedes poseer todas las grandezas del espiritú, todas las del alma : eres un esclavo noble, o un siervo inteligente : no eres libre.
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Libro del desasosiego de Fernando Pessoa
Viajar ? Para viajar basta, con existir. Voy de día en día como de estación en estación, en tren de mi cuerpo o de mi destino, inclinado sobre las calles y plazas, sobre los gestos y los rostros, siempre iguales y siempre diferentes, como son al final todos los paisajes. Si imagino, veo. ¿ Que más puedo hacer viajando ? Sólo la extrema flaqueza de la imaginación justifica el que haya que desplazarse para sentir. (...) Es en nosotros donde los paisajes tienen paisaje. Por eso al imaginarlos, los estoy creando ; si los creo, son ; si son, puedo verlos como ver a los otros ; ¿ para qué viajar ? En Madrid, en Berlin, en Persia, en China, en ambis Polos, ¿ donde podría estar yo más que en mí mismo, en el tipo y genero de mis sensaciones ? La vida es lo que hacemos de ella. Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos. |
Libro del desasosiego de Fernando Pessoa
Y si acaso hablo con alguien lejano y si, hoy nube de posible, mañana cayeses, lluvia de real sobre la tierra, no te olvides nunca de tu divinidad original de sueño mio. Sé siempre en la vida aquello que pueda ser el sueño de un aislado y nunca el refugio de un amoroso. Haz tu deber de humilde cáliz. Cumple tu menester de ánfora inútil. Nadie diga de ti lo que el alma del río reprocha a sus márgenes : que existan sólo para darle limites. Antes no correr por la vida, antes secarse que soñar. Que tu genio sea el ser superflua, y tu vida el arte de mirar hacia ella, de ser la mirada, la nunca identica. No seas nunca nada más. (Nuestra señora del silencio) |
Gregorio Samsa es un ...