Libro del desasosiego de Fernando Pessoa
Y si acaso hablo con alguien lejano y si, hoy nube de posible, mañana cayeses, lluvia de real sobre la tierra, no te olvides nunca de tu divinidad original de sueño mio. Sé siempre en la vida aquello que pueda ser el sueño de un aislado y nunca el refugio de un amoroso. Haz tu deber de humilde cáliz. Cumple tu menester de ánfora inútil. Nadie diga de ti lo que el alma del río reprocha a sus márgenes : que existan sólo para darle limites. Antes no correr por la vida, antes secarse que soñar. Que tu genio sea el ser superflua, y tu vida el arte de mirar hacia ella, de ser la mirada, la nunca identica. No seas nunca nada más. (Nuestra señora del silencio) |