El abrazo del monstruo de Félix J. Palma
Los lectores siempre andamos a la búsqueda de la próxima dosis, y cada vez es más difícil que nos cause el mismo placer que antaño. Los que no leen, se ahorran esa agonía.
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El abrazo del monstruo de Félix J. Palma
Los lectores siempre andamos a la búsqueda de la próxima dosis, y cada vez es más difícil que nos cause el mismo placer que antaño. Los que no leen, se ahorran esa agonía.
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El abrazo del monstruo de Félix J. Palma
“La lectura es una especie de droga. Los lectores siempre andamos a la búsqueda de la próxima dosis, y cada vez es más difícil que nos cause el mismo placer que antaño. Ustedes, los que no leen, se ahorran esa agonía...”
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Las corrientes oceánicas de Félix J. Palma
Esa fuerza que parecía impulsarme sin que yo supiese hacia dónde, como un iceberg empujado por las corrientes oceánicas.
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Las corrientes oceánicas de Félix J. Palma
Casi no tuvo tiempo de ser, porque murió a los siete años, convirtiendo en un acertijo el propósito de su existencia.
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El abrazo del monstruo de Félix J. Palma
A Rocamora no le gustaban los finales abiertos, los desenlaces evasivos que invitaban a pensar, a seguir reflexionando sobre lo leído una vez devuelto el libro a la estantería. Le parecían un síntoma de falta de inspiración, o de simple pereza por parte de su autor. ¿Tan difícil era ofrecerle una respuesta clara y satisfactoria a quien se había tomado la molestia de leer la historia hasta el final? A Rocamora los finales le gustaban como los casos, cerrados, que pudieran archivarse para siempre y así poder olvidarlos, quitárselos de una vez de la cabeza.
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El abrazo del monstruo de Félix J. Palma
Controló el ritmo de su respiración, intentando serenarse. La clave estaba en evitar que el miedo se apoderase de él. «El miedo al dolor duele más que el propio dolor —le había dicho el señor Miyagi—. No piense en el dolor, no lo llame, no lo espere, y, cuando llegue, acéptelo.»
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El abrazo del monstruo de Félix J. Palma
La lectura es una especie de droga. Los lectores siempre andamos a la búsqueda de la próxima dosis, y cada vez es más difícil que nos cause el mismo placer que antaño.
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El abrazo del monstruo de Félix J. Palma
Derechos humanos, justicia, igualdad... Quimeras que los poderes mundiales venden al vulgo para mantenerlo contento, igual que en otros tiempos les ofrecían las arenas del circo, las promesas del Paraíso o la gloria de las guerras. ¡Todo sigue exactamente igual que siempre! Nada ha cambiado El poder sigue estando en venta y los poderosos siguen abusando de los débiles, pero la gente se ha tragado el cuento. Muchos piensan de verdad que viven en un mundo mejor. Pero sólo ven lo que los de arriba quieren que vean. Por eso las apariencias son tan importantes, hijo
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El abrazo del monstruo de Félix J. Palma
En eso consistía ser padre, en llevar al hijo en la cabeza todo el rato, reinando sobre el resto de pensamientos como un tirano benévolo. En ser consciente en todo momento, independientemente de lo que estuviera haciendo, que en alguna parte, en el colegio o en el parque o acostada en su cama existía una prolongación de su ser, una figurita tierna y vulnerable por la que debía velar hasta que ella pudiera valerse por sí misma, a los 50 o 60 años
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El abrazo del monstruo de Félix J. Palma
La lectura es una especie de droga. Los lectores siempre andamos a la búsqueda de la próxima dosis, y cada vez es más difícil que nos cause el mismo placer que antaño
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El abrazo del monstruo de Félix J. Palma
¿Para qué sirve un abrazo, sino para expresar lo que las palabras no pueden?
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El abrazo del monstruo de Félix J. Palma
Alguien ha decidido hacerse pasar por mi personaje y jugar conmigo al macabro juego que yo mismo inventé.
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El abrazo del monstruo de Félix J. Palma
El mal devasta todo a su paso como un torrente salvaje. ¿No ha visto las redes sociales, la televisión? La gente odia, teme y adora al Monstruo a partes iguales. El mal salpica con su podredumbre incluso a los que miramos desde la orilla.
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El abrazo del monstruo de Félix J. Palma
Por el poder que la palabra me otorga, te expulso de mis pesadillas y te encierro en el papel.
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El amor no es nada del otro mundo de Félix J. Palma
Era sorprendente cómo con un par de retoques aquí y allá había convertido una de las noches más deprimentes de su vida en una divertida velada.
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El mapa del tiempo de Félix J. Palma
En definitiva, si quería ser un escritor brillante, no solo un narrador competente e ingenioso, debía exigirse mayores empeños que aquellas fabulitas que ejecutaba en cuatro días. Sí, la literatura era algo más, mucho más. La verdadera literatura debía remover al lector, dañarlo, cambiar su percepción de las cosas, arrojarlo de un certero empellón por el acantilado de la clarividencia.
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El mapa del cielo de Félix J. Palma
Solo existía una manera de amarse: aquella en la que dos corazones latían a la vez.
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El mapa del cielo de Félix J. Palma
El mundo entero se reduce a la distancia exacta que en cada momento nos separa.
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Gregorio Samsa es un ...