Yerma de Federico García Lorca
“Quiero beber agua y no hay vaso ni agua, quiero subir al monte y no tengo pies, quiero bordar mis enaguas y no encuentro los hilos.”
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Yerma de Federico García Lorca
“Quiero beber agua y no hay vaso ni agua, quiero subir al monte y no tengo pies, quiero bordar mis enaguas y no encuentro los hilos.”
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Yerma de Federico García Lorca
VÍCTOR Todo cambia. YERMA Algunas cosas no cambian. Hay cosas encerradas detrás de los muros que no pueden cambiar porque nadie las oye.
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Juego y teoría del duende de Federico García Lorca
Todo lo que tiene sonidos negros tiene duende. Y no hay verdad más grande. Estos sonidos negros son el misterio, las raíces que clavan en el limo que todos conocemos, que todos ignoramos, pero de donde nos llega lo que es sustancial en el arte. Sonidos negros dijo el hombre popular de España, y coincidió con Goethe que hace la definición del duende al hablar de Paganini, diciendo: "Poder misterioso que todos sienten y que ningun filósofo explica. Así pues, el duende es un poder y no un obra, es un luchar y no un pensar. |
Juego y teoría del duende de Federico García Lorca
La virtud mágica del duende consiste en estar siempre enduendado para bautizar con agua obscura a todos los que lo miran, porque con duende es más fácil amar, comprender, y es seguro ser amado, ser comprendido, y esta lucha por la expresión y por la comunicación de la expresión adquiere a veces en poesia caracteres mortales.
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Poema del Cante Jondo / Romancero gitano de Federico García Lorca
Brisas gnomos y vientos De ninguna parte, Mosquitos de la rosa De pétalos pirámides, Alisios destetados Entre los rudos árboles, Flautas en la tormenta, ¡Dejadme! Tiene recias cadenas Mi recuerdo, Y está cautiva el ave Que dibuja con trinos La tarde. Las cosas que se van no vuelven nunca, Todo el mundo lo sabe, Y entre el claro gentío de los vientos Es inútil quejarse. ¿Verdad, chopo, maestro de la brisa? ¡Es inútil quejarse! Sin ningún viento, ¡Hazme caso! Gira, corazón; Gira, corazón. (Veleta) |
La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca
Cada uno sabe lo que piensa por dentro. Yo no me meto en los corazones, pero quiero buena fachada y armoniìa familiar. ¿Lo entiendes?
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La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca
¡No , no me acostumbrareì! Yo no quiero estar encerrada. No quiero que se me pongan las carnes como a vosotras. ¡No quiero perder mi blancura en estas habitaciones! ¡ManÞana me pondreì mi vestido verde y me echareì a pasear por la calle! ¡Yo quiero salir!
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La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca
Es asiì como se tiene que hablar en este maldito pueblo sin riìo, pueblo de pozos, donde siempre se bebe el agua con el miedo de que esteì envenenada.
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Seis poemas galegos de Federico García Lorca
Cantiga do neno da tenda Bos aires ten unha gaita sobre do Río da Prata que a toca o vento do norde coa súa gris boca mollada. ¡Triste Ramón de Sismundi! Aló, na rúa Esmeralda, basoira que te basoira polvo d'estantes e caixas. Ao longo das rúas infindas os galegos paseiaban soñando un val imposíbel na verde riba da pampa. ¡Triste Ramón de Sismundi! Sinteu a muiñeira d'ágoa mentres sete bois de lúa pacían na súa lembranza. Foise pra veira do río, veira do Río da Prata Sauces e cabalos núos creban o vidro das ágoas. Non atopou o xemido malencónico da gaita, non viu o inmenso gaiteiro coa frolida d'alas: triste Ramón de Sismundi, veira do Río da Prata, viu na tarde amortecida bermello muro de lama. |
Seis poemas galegos de Federico García Lorca
Romaxe de Nosa Señora da Barca ¡Ay ruada, ruada, ruada da Virxen pequena e a súa barca! A Virxen era pequena e a súa coroa de prata. Marelos os catro bois que no seu carro a levaban. Pombas de vidro traguían a choiva pol-a montana. Mortas e mortos de néboa pol-as congostroas chegaban. ¡Virxen, deixa a túa cariña nos doces ollos das vacas e leva sobr’o teu manto as froles da amortallada! Pol-a testa de Galicia xa ven salaiando a i-alba. A Virxen mira pra o mar dend’a porta da súa casa. ¡Ay ruada, ruada, ruada da Virxen pequena e a súa barca! |
Seis poemas galegos de Federico García Lorca
Canzón de cuna pra Rosalía Castro, morta ¡Érguete, miña amiga, que xa cantan os galos do día! ¡Érguete, miña amada, porque o vento muxe, coma unha vaca! Os arados van e vén dende Santiago a Belén. Dende Belén a Santiago un anxo ven en un barco. Un barco de prata fina que trai a door de Galicia. Galicia deitada e queda transida de tristes herbas. Herbas que cobren teu leito e a negra fonte dos teus cabelos. Cabelos que van ao mar onde as nubens teñen seu nídio pombal. ¡Érguete, miña amiga, que xa cantan os galos do día! ¡Érguete, miña amada, porque o vento muxe, coma unha vaca! |
Seis poemas galegos de Federico García Lorca
Madrigal á cibdá de Santiago Chove en Santiago meu doce amor. Camelia branca do ar brila entebrecida ô sol. Chove en Santiago na noite escrura. Herbas de prata e de sono cobren a valeira lúa. Olla a choiva pol-a rúa, laio de pedra e cristal. Olla o vento esvaído soma e cinza do teu mar. Soma e cinza do teu mar Santiago, lonxe do sol. Agoa da mañán anterga trema no meu corazón. |
Seis poemas galegos de Federico García Lorca
Danza da lúa en Santiago ¡Fita aquel branco galán, olla seu transido corpo! É a lúa que baila na Quintana dos mortos. Fita seu corpo transido negro de somas e lobos. Nai: A lúa está bailando na Quintana dos mortos. ¿Quén fire potro de pedra na mesma porta do sono? ¡É a lúa! ¡É a lúa na Quintana dos mortos! ¿Quén fita meus grises vidros cheos de nubens seus ollos? ¡É a lúa! ¡É a lúa na Quintana dos mortos! Déixame morrer no leito soñando con froles dóuro. Nai: a lúa está bailando na Quintana dos mortos. ¡Ai filla, co ar do céo vólvome branca de pronto! Non é o ar, é a triste lúa na Quintana dos mortos. ¿Quén brúa co-este xemido dímenso boi melancónico? ¡Nai: É a lúa, é a lúa na Quintana dos mortos ¡Si, a lúa, a lúa coronada de toxos, que baila, e baila, e baila na Quintana dos mortos! |
Romancero gitano de Federico García Lorca
¡Árboles! ¿Habéis sido flechas caídas del azul? ¿Qué terribles guerreros os lanzaron? ¿Han sido las estrellas? Vuestras músicas vienen del alma de los pájaros, de los ojos de Dios, de la pasión perfecta. ¡Árboles! ¿Conocerán vuestras raíces toscas mi corazón en tierra? |
Romancero gitano de Federico García Lorca
Sigue Cada canción es un remanso del amor. Cada lucero es un remanso del tiempo. Un nudo del tiempo. Y cada suspiro un remanso del grito. |
Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores de Federico García Lorca
Tierna gacela imprudente alcé los ojos, te vi y en mi corazón sentí agujas estremecidas que me están abriendo heridas rojas como el alhelí. |
La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca
Es preferible no ver a un hombre nunca. Desde niña les tuve miedo. Los veía en el corral uncir los bueyes y levantar los costales de trigo entre voces y zapatazos, y siempre tuve miedo de crecer por temor de encontrarme de pronto abrazada por ellos.
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La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca
La Poncia: "Cuando una no puede con el mar lo más fácil es volver las espaldas para no verlo" |
Poesía completa de Federico García Lorca
Amor de mis entrañas, viva muerte, en vano espero tu palabra escrita y pienso, con la flor que se marchita, que si vivo sin mí quiero perderte. El aire es inmortal. La piedra inerte ni conoce la sombra ni la evita. Corazón interior no necesita la miel helada que la luna vierte. Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas, tigre y paloma, sobre tu cintura en duelo de mordiscos y azucenas. Llena pues de palabras mi locura o déjame vivir en mi serena noche del alma para siempre oscura. |
Bodas de sangre de Federico García Lorca
Vuestras lágrimas son lágrimas de los ojos nada más, y las mías vendrán cuando yo esté sola, de las plantas de losnpies, de mis raíces, y serán más ardientes que la sangre.
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¿Cuáles fueron las primeras influencias que distinguen la lírica del autor?