Los ritos del agua ha sido una historia que ha seguido sin duda los pasos de su hermano mayor, El silencio de la ciudad blanca, con una prosa de la autora igual de buena y que ha mantenido el nivel en todo momento. La historia, aunque me ha gustado y me ha parecido original, siento que a la vez se me ha hecho un poco bola, puesto que igual que el anterior libro, el asesinato primero tiene que ver con algo de la antigüedad, y se nos habla un poco de porque se hacía así o el significado y cosas relacionadas con él, y aunque a la vez es interesante, tengo que decir que esperaba un poco de novedad en esta segunda entrega, en plan que fuese de otro estilo, aunque siento que, aunque solo he leído estos dos libros de la autora, no me extrañaría que usase este tipo de asesinatos para hacer que sus novelas tuviesen un toque diferente al resto de historias del mismo género.
Una vez más, Eva nos acerca a la historia desde dos puntos de vista: el presente y el pasado. En este caso, el pasado, esta construido por el propio Unai, que en 1992 junto con sus amigos fueron de voluntarios para la reconstrucción de un poblado cántabro junto con tres de sus amigos, ahí coincidieron con otros chicos y chicas, entre ellos Annabel Lee, que fue novia de Unai y del resto de sus amigos, y por otro lado de Rebeca, la joven hija de Saúl, el responsable de los voluntarios. En esas semanas que duro ese voluntariado pasaron muchas cosas, no solo que Annabel Lee estuvo con los cuatro amigos, sino que conocieron a una Rebeca que no estaba bien, pero apenas nadie le hacía caso.
Volviendo al presente, nos encontramos con el asesinato de Annabel Lee, que actualmente era una dibujante de mucho éxito, y que hacía poco que había anunciado su embarazo. Su muerte es de lo más curiosa y rápidamente Unai tiene la necesidad de pedirle ayuda a Tasio, otro personaje importante de la anterior novela, que es especialista en temas de historia, ritos, etc. De repente, la nueva vida que había formado Unai en el pueblo, se vuelve de repente en un no parar, pasando gran parte del día con su compañera o solo investigando y la otra yendo al logopeda para poder volver ha hablar.
El hecho de que la autora nos acerque la historia desde dos puntos de vista, hace que la lectura sea mucho más completa. A lo largo de la historia, nos va dando pistas algunas más fiables que otras para hacernos ir por delante de la investigación y poder saber quién es quién, como sucedió o directamente quién es el asesino, pero a la vez nos sorprende cada pocas páginas con algún giro de la historia de lo más inesperado y sorprendente, que hace que no puedas dejar de leer hasta saber la verdad.
Por otro lado, siento que hay algo que no me ha terminado de gustar o se me ha hecho un poco en plan: que casualidad... Y es que igual que en el anterior libro, lo que sucede en la historia que esta relacionado con los asesinatos, en mayor o menor medida termina teniendo que ver con algo de Unai, aunque sea un amigo, un familiar... No sé, cualquier cosa que tenga que ver con su entorno. Entiendo que Vitoria es una ciudad pequeña y que es fácil que ocurra algo a alguien de tu entorno, pero que justo unos asesinatos puedan tener algo que ver justo ese inspector, no sé... Es como poner a alguien para que sea más fácil adivinar el asesino o algo así.
En cuanto el final, tengo que decir que ha sido bastante inesperado, no esperaba que el asesino/a fuese una persona en concreto, pero al conocerlo tengo que decir que muchas cosas cuadraban.
Sobre los personajes tendría muchas cosas que decir, pero hay bastantes así que solo hablaré de algunos de ellos, lo más importantes. En cuanto a Unai, me ha gustado ver una evolución del personaje desde la primera página hasta la última de este libro, conocí a Unai en el anterior libro como un hombre fuerte y sin miedo a nada, pero de repente en esta segunda entrega me he reencontrado con un hombre que no se ve capaz de gesticular palabra y que no puede expresarse como él quiere, hasta que al final le hacen ver que es necesario que se esfuerce y vuelva a ser el hombre que era antes. En cuanto a Alba, aunque ha estado presente en la historia, siento que no lo ha estado tanto como en el anterior libro, y aunque entiendo muchos de sus puntos de vistas, es un personaje que no acabo de adorar del todo. Luego, Estíbaliz me ha gustado mucho una vez más, creo que es un personaje femenino que tiene mucha fuerza.
En resumen, Los ritos del agua, ha sido un libro que he disfrutado a grandes rasgos, pero que ha tenido pequeños elementos que no me ha hecho disfrutar tanto de la historia como me paso con su primera entrega, y tampoco me han dejado con el corazón vacío al terminarlo. Simplemente ha sido un thriller entretenido, con muchos giros y en el que se tratan temas importantes, pero que no ha sido nada novedoso en cuanto a diferente.
Enlace:
https://hablandoentreparente..