Ernest Hemingway
El hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado.
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Ernest Hemingway
El hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado.
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El viejo y el mar de Ernest Hemingway
Se mecía como si el océano estuviera haciendo el amor con alguna cosa.
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El viejo y el mar de Ernest Hemingway
-Pez-dijo-, yo te quiero y te respeto muchísimo. Pero a abate con tu vida antes de que termine este día. -Ojala, pensó. |
El viejo y el mar de Ernest Hemingway
Soy muy meticuloso, pensó. Lo que ocurre es que la suerte me ha dado la espalda. Pero ¿quién sabe? Tal vez hoy. Cada día es un nuevo día. Es mejor tener suerte. Pero prefiero ser meticuloso. Es mejor que la suerte te sorprenda cuando estás preparado.
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El viejo y el mar de Ernest Hemingway
De una manera u otra todos matan a todos. Pescar me mata en la medida en que me mantiene vivo.
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El viejo y el mar de Ernest Hemingway
- La edad es mi despertador -Dijo el viejo- ¿Por qué los viejos se despertarán tan temprano? ¿Será para tener un día más largo? - No lo sé -Dijo el muchacho- Lo único que sé es que los jovencitos duermen profundamente y hasta tarde. |
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Ernest Hemingway
Ahora no es momento de pensar en lo que no tienes. Piensa en lo que puedes hacer con lo que hay.
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Por quién doblan las campanas de Ernest Hemingway
No te engañes acerca del amor que sientas por alguien. Lo que ocurre es que las más de las gentes no tienen la suerte de encontrarlo. Tú no lo habías sentido antes nunca y ahora lo sientes. Lo que te sucede con María, aunque no dure más que hoy y una parte de mañana, o aunque dure toda la vida, es la cosa más importante que puede sucederle a un ser humano. Habrá siempre gentes que digan que eso no existe, porque no han podido conseguirlo. Pero yo te digo que existe y que has tenido suerte, aunque mueras mañana.
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Por quién doblan las campanas de Ernest Hemingway
(...) De todos los hombres, el borracho es el peor. El ladrón, cuando no roba, es como cualquier hombre. El estafador no estafa a los suyos. El asesino tiene en su casa las manos limpias. Pero el borracho hiede y vomita en su propia cama y disuelve sus órganos en el alcohol
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Por quién doblan las campanas de Ernest Hemingway
Todo el mundo tiene necesidad de hablar con alguien -dijo la mujer de Pablo-; antes teníamos la religión y otras tonterías. Ahora debiéramos disponer todos de alguien con quien poder hablar francamente; por mucho valor que se tenga, uno se siente cada vez más solo.
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El viejo y el mar de Ernest Hemingway
Decía siempre la mar. Así es como dicen en español cuando la quieren. Aunque hablen mal de ella siempre se refieren a ella como si fuera una mujer.
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Adiós a las armas de Ernest Hemingway
Cuando los individuos se enfrentan con el mundo con tanto valor, el mundo sólo los puede vencer matándolos.
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El viejo y el mar de Ernest Hemingway
El hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado
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El viejo y el mar de Ernest Hemingway
¿Por qué los viejos despertarán tan temprano? ¿Será para tener un día más largo?
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Gregorio Samsa es un ...