El escarabajo de oro de Edgar Allan Poe
¡Y todo esto viene del escarabajo de oro! ¡Del pobre escarabajito, al que yo insultaba y calumniaba!
|
El escarabajo de oro de Edgar Allan Poe
¡Y todo esto viene del escarabajo de oro! ¡Del pobre escarabajito, al que yo insultaba y calumniaba!
|
El cuervo de Edgar Allan Poe
Dije entonces al momento: «Ya otros antes se han marchado, y la aurora al despuntar, él también se irá volando cual mis sueños han volado.»
|
El gato negro de Edgar Allan Poe
Hay algo en el generoso y abnegado amor de un animal que llega directamente al corazón de aquel que con frecuencia ha probado la falsa amistad y la frágil fidelidad del hombre
|
El cuervo de Edgar Allan Poe
¡Profeta! - dije -, ¡ser de desdicha! ¡Pájaro o demonio, pero al fin profeta!
|
Cuentos completos de Edgar Allan Poe
Diremos, pues, que estoy loco. Concedo, por lo menos, que hay dos estados distintos en mi existencia mental: el estado de razón lúcida, que no puede discutirse y pertenece a la memoria de los sucesos de la primera época de mi vida, y un estado de sombra y duda, que pertenece al presente y a los recuerdos que constituyen la segunda era de mi existencia.
|
Cuentos completos de Edgar Allan Poe
Pero tus días serás días de dolor, ese dolor que es la más perdurable de las impresiones, como el ciprés es el más resistente de los árboles. Porque las horas de tu dicha han terminado, y la alegría no se cosecha en la vida […]
|
Cuentos completos de Edgar Allan Poe
Y perdí toda noción de tiempo y espacio, y las estrellas de mi sino se apagaron en el cielo, y desde entonces la tierra se entenebreció y sus figuras pasaron a mi lado como sombras fugitivas […]
|
Cuentos completos de Edgar Allan Poe
Las realidades terrenales me afectaban como visiones, y sólo como visiones, mientras las extrañas ideas del mundo de los sueños se tornaron, en cambio, no en pasto de mi existencia cotidiana, sino realmente en mi sola y entera existencia.
|
Cuentos completos de Edgar Allan Poe
En la extraña anomalía de mi existencia, los sentimiento en mí nunca venían del corazón, y las pasiones siempre venían de la inteligencia.
|
Cuentos completos de Edgar Allan Poe
La desdicha es diversa. La desgracia cunde multiforme sobre la tierra. Desplegada sobre el ancho horizonte como el arco iris, sus colores son tan variados como los de este y también tan distintos y tan íntimamente unidos. ¡Desplegada sobre el ancho horizonte como el arco iris! ¿Cómo es que de la belleza he derivado un tipo de fealdad; de la alianza y la paz, un símil del dolor? Pero así como en la ética el mal es una consecuencia del bien, así, en realidad, de la alegría nace la pena. O la memoria de la pasada beatitud es la angustia de hoy, o las agonías que son se originan en los éxtasis que pudieron haber sido.
|
Cuentos completos de Edgar Allan Poe
Me embriagaba con los recuerdos de su pureza, de su sabiduría, de su naturaleza elevada, etérea, de su amor apasionado idólatra. Ahora mi espíritu ardía plena y libremente, con más intensidad que el suyo.
|
Cuentos completos de Edgar Allan Poe
[…] absoluto: el terror. En este desaliento, en esta lamentable condición, siento que tarde o temprano llegará el período en que deba abandonar vida y razón a un tiempo, en alguna lucha con el torvo fantasma: el miedo.
|
Cuentos completos de Edgar Allan Poe
Yo hubiera querido calmar, hubiera querido razonar; pero en la intensidad de su salvaje deseo de vivir, vivir, sólo vivir, el consuelo y la razón eran el colmo de la locura.
|
Cuentos completos de Edgar Allan Poe
Con una especie de horror, de espanto indecible, que no tiene en el lenguaje humano expresión suficientemente enérgica, sentí que mi corazón dejaba de latir, que mis miembros se ponían rígidos. Sin embargo, el sentimiento del deber me devolvió la presencia de ánimo.
|
Cuentos completos de Edgar Allan Poe
Y así a medida que una intimidad cada vez más estrecha me introducía sin reserva en lo más recóndito de su alma, iba advirtiendo con amargura la futileza de todo intento de alegrar un espíritu cuya oscuridad, como una cualidad positiva, inherente, se derramaba sobre todos los objetos del universo físico y moral, en una incesante irradiación de tinieblas.
|
Cuentos completos de Edgar Allan Poe
P.- Dios ¿no es espíritu? V.- Mientras estaba despierto, yo sabía lo que usted quiere decir con “espíritu”, pero ahora me parece sólo una palabra, tal como, por ejemplo, verdad, belleza; una cualidad, quiero decir. P.- Dios, ¿no es inmaterial? V.- No hay inmaterialidad; esta es una simple palabra. Lo que no es materia no es nada, a menos que las cualidades sean cosas. P.- Entonces, ¿Dios es material? V.- No. (Esta respuesta me sobrecogió.) |
Cuentos completos de Edgar Allan Poe
Oinos.- Pero yo imaginé que en esta existencia todo me sería dado a conocer al mismo tiempo, y que alcanzaría así la felicidad por conocerlo todo. Agathos.- ¡Ah, la felicidad no está en el conocimiento, sino en su adquisición! La beatitud eterna consiste en saber más y más; pero saberlo todo sería la maldición de un demonio. Oinos.- El Altísimo ¿no lo sabe todo? Agathos.- Eso (puesto que es el Muy Bienaventurado) debe ser aún la única cosa desconocida hasta para Él. Oinos.- Sin embargo, puesto que nuestro saber aumenta de hora en hora, ¿no llegarán por fin a ser conocidas todas las cosas? |
Cuentos completos de Edgar Allan Poe
¡Este múltiple drama ya jamás, jamás será olvidado! Con su Fantasma siempre perseguido por una multitud que no lo alcanza, en un círculo siempre de retorno al lugar primitivo, y muchos de Locura, y más Pecado, y más Horror –el alma de la intriga-. |
Cuentos completos de Edgar Allan Poe
¡Sus brillantes flores son mis más queridos sueños no realizados, y sus furiosos volcanes son las pasiones del más turbulento e impío corazón!
|
Cuentos completos de Edgar Allan Poe
Tu mente vacila, y encontrará alivio a su agitación en el ejercicio de los simples recuerdos. No mires alrededor, ni hacia adelante; mira hasta atrás. Ardo de ansiedad por conocer los detalles del prodigioso acontecer que te ha traído entre nosotros.
|
Gregorio Samsa es un ...