|
|
Casas vacías de Brenda Navarro
[...] aún hoy, evado los espejos, no me gusta mirar quién soy. Aunque en ese tiempo supe que no era yo la que habitaba este cuerpo, sino que era un contenedor, una especie de patio vacío al que le llegaban los ruiditos citadinos a lo lejos. La casa vacía jamás habitada y lúgubre aunque con estructura fija. El elefante blanco del mercado.
|
Casas vacías de Brenda Navarro
¿Por qué lloramos cuando acabamos de nacer? Porque no debimos de haber venido a este mundo.
|
Casas vacías de Brenda Navarro
Si además me preguntaran que si yo lo amaba, diría también que sí. Que lo amaba como se aman las cosas que te traen recuerdos, como las cartitas de los reyes magos, las fotos de los cumpleaños, la ropa favorita, cosas así. Pero que si yo sentía que podía vivir sin él, pues yo diría que claro que podía vivir sin él [...]
|
Casas vacías de Brenda Navarro
[...] porque eso era lo que había que hacer: ser las casas vacías para albergar la vida o la muerte, pero al fin y al cabo, vacías.
|
Casas vacías de Brenda Navarro
Una cree que hay demasiada libertad en el aire y no se percata de que es fácil crearse una prisión propia. Una deja de migrar a la ruta pactada. Una sale de la primera jaula familiar y trastabillea, da pasos en falso, agita torpemente las alas y se pone a recolectar niditos de todo.
|
Casas vacías de Brenda Navarro
Pero él nada más me sostenía los ojos unos segundos y lo peor es que sí alcanzaba yo a ver que tenía la mirada triste y que esos ojos grandes no eran para verme a mí y sentía yo muy feo.
|
Casas vacías de Brenda Navarro
Me faltan kilos, me sobra ropa, personas, horas. ¿En qué momento me darán ganas de ir y tirarme por la ventana? Quizá deba admitir que la tristeza me acomoda porque soy egoísta.
|
Casas vacías de Brenda Navarro
Su voz era un ruido ajeno que no lograba interesarme pero que aliviaba el profundo silencio en el que se había convertido el laberíntico paso de los días.
|
Casas vacías de Brenda Navarro
¿Por qué siento tanto y por qué los demás no? ¿Qué los hace especiales?, ¿qué partida de dados les han tocado para tener una vida normal?
|
Casas vacías de Brenda Navarro
No siempre se odia. No todo el tiempo dan ganas de llorar. [...] Así como una mañana puedes creer que todo puede ir mejor, otras mañanas no. Se pierde la esperanza y se vive con una pesadez estomacal que nada tiene que ver con la digestión [...] No siempre se odia. No todo el tiempo dan ganas de llorar, incluso hay ocasiones en las que sonríes sin darte cuenta [...] Odias reír a pesar de ti.
|
Casas vacías de Brenda Navarro
Que se acabara todo de una vez y para siempre. Que hubiera un terremoto, una bomba, una guerra, una pistola, unos insurrectos rencorosos, una araña venenosa, un edificio de veinte pisos, una valentía. Nunca he sido valiente, por eso sigo viva.
|
Casas vacías de Brenda Navarro
Ella sabía que todo en el fondo era un secreto, especialmente el hecho de que en el fondo nos odiábamos mutuamente.
|
Casas vacías de Brenda Navarro
Llegué a sentir respeto por las personas que son capaces de hablar y de contar sus emociones. De compartir, de empatizar. Yo sentía que tenía algo atorado entre los pulmones, la tráquea, las cuerdas bucales. Me dolía querer hablar, como cuando una mano te asfixia.
|
|
|
Casas vacías de Brenda Navarro
¿Qué es un desaparecido? Es un fantasma que te persigue como si fueras parte de una esquizofrenia. |
Gregorio Samsa es un ...