Casas vacías de Brenda Navarro
Su voz era un ruido ajeno que no lograba interesarme pero que aliviaba el profundo silencio en el que se había convertido el laberíntico paso de los días.
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Casas vacías de Brenda Navarro
Su voz era un ruido ajeno que no lograba interesarme pero que aliviaba el profundo silencio en el que se había convertido el laberíntico paso de los días.
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