A Glass of Blessings de Barbara Pym
- ¡Sí! Y no tenía costumbre de hacerse la cama. Algunos días ni siquiera la cubría. Y para colmo, no comía en condiciones. ¿Sabe una cosa, Wilmet? - Sus ojos oscuros me miraron con tanta seriedad que me pregunté qué barbaridad iba a revelarme a continuación.- ¡No tenía tetera! - ¡Por el amor de Dios! ¿Y cómo preparaba el té, entonces? - No lo preparaba....¡ Nunca tomaba té! ¿Se lo puede creer? - Bueno, lo cierto es que nunca asociaría a Piers con una taza de té. - comenté. - Ahora sí bebe té. - dijo Keith con una voz tan maternal que empecé a sentir algo similar a la pena por Piers. |