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Una vez Argentina de Andrés Neuman
Le gustaba la conversación lenta y la compañía del silencio. Su minuciosa paciencia lo había vuelto en cierta forma invulnerable: parecía inmune a la frustración porque siempre quedaban ocasiones por venir.
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Una vez Argentina de Andrés Neuman
Optimista radical, sonreía como si no existiese otra posibilidad.
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Una vez Argentina de Andrés Neuman
La infancia es un lugar donde todos cantamos las mismas canciones y memorizamos los mismos anuncios de televisión. |
Una vez Argentina de Andrés Neuman
La vejez se convierte en una visión progresivamente incómoda para sus testigos, un futuro contagioso al que no conviene acercarse demasiado.
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Una vez Argentina de Andrés Neuman
Nos enseñó que las palabras pueden decir cosas que no parecen estar diciendo, y que las malas palabras también son palabras.
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Una vez Argentina de Andrés Neuman
Su lema fue, tal vez, que todas las herencias deben entregarse en vida.
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Andrés Neuman
-¿Le cuento el de los peces? -Mejor el de los árboles. Está más rico. Hueles, palpas y muerdes los libros, que te llueven en las manos. Vas de un color a otro como frutas colgando de las ramas de la sinestesia. ¿Quién va a querer pasar los ojos por la página cuando puede comerse un cuento entero? |
Andrés Neuman
Cada vez que ríes, se quiebran los cristales que transporto en secreto. El mecanismo es simple. Me miras, te ríes y se rompen. De pronto mi cuerpo necesita del tuyo como la hiedra pide complicidad al tronco. Hiedra,cristales. Sombra, claridad. Un crecimiento frágil. Me río porque ríes: has parido el humor de un casi viejo. En tu respiración tiembla la mía. |
Andrés Neuman
Releo nuestra casa porque no la conozco: va mutando a la luz de tus apariciones. En los rincones, juegan los ecos de la mañana.
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Andrés Neuman
Dormimos de perfil, con su vientre en el hueco de mi espalda, para que permanezcas entre nuestros cuerpos. Te abrigamos un poco entre paréntesis, bocadito de tiempo, y siento tu alborozo recorriendo este cordón de vértebras que pronto te alzará. Así se me acumula el futuro en la espalda. |
Umbilical de Andrés Neuman
La piel del vientre amado es un cristal que tiembla entre mis dedos y los tuyos. Dejo un mensaje efímero antes de que imagines la escritura. -Lee. Dime. Acercas la mano, cercano e improbable como un forastero. Qué extraño saludo. Encantado, hijo mío, de empezar a la vez a ser lo que seremos |
Umbilical de Andrés Neuman
Parece un hipocampo, un astronauta o un híbrido imposible entre ambos seres. Flota sin sospechar que espíamos su yoga primigenio. Ahora ella tiene dos corazones. Uno suyo y rebelde; este mínimo y nuestro. A falta de otro nombre, lo llamaremos hijo. |
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Umbilical de Andrés Neuman
Ahí estás, aquí estoy, a un abismo de solo unos centímetros. La forma de estar juntos de los hombres.
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Umbilical de Andrés Neuman
Tenía tanto miedo de que vinieras, hijo, a reencontrarme. Espero que me enseñes a llorar lo no llorado.
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Umbilical de Andrés Neuman
¿Cómo puedes tener todo en su sitio, tan recién hecho pero terminado? ¿Dónde estaba el boceto de tus exactitudes? ¿Qué artesanía mínima te hizo?
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Hacerse el muerto de Andrés Neuman
Podría leer. Podría levantarme. Podría dar un paseo. Pero nada es comparable a esta generosa mediocridad que contiene el mundo entero.
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Gregorio Samsa es un ...