Andrés Neuman
Cada vez que ríes, se quiebran los cristales que transporto en secreto. El mecanismo es simple. Me miras, te ríes y se rompen. De pronto mi cuerpo necesita del tuyo como la hiedra pide complicidad al tronco. Hiedra,cristales. Sombra, claridad. Un crecimiento frágil. Me río porque ríes: has parido el humor de un casi viejo. En tu respiración tiembla la mía. |