Tania es la dueña de una empresa llamada «A su servicio», en el que se adjudican acompañantes para empresas y particulares. Con su padre se lleva muy bien, pero con la mujer de este no, piensa de su empresa lo que no es. Max es un chico que quiere formar parte de la empresa, y para ello rellena el formulario. Lo que no espera es que tenga que pasar unas pruebas y tener unas actitudes y se dará cuenta que tiene una opinión confundida de esta empresa. Todo el mundo piensa que «A su servicio» es un servicio de compañía masculina, vamos que son Gigolos, pero lo que la gente no se para a mirar es que esta empresa es mucho más. Son hombres que acompañan a esas personas a fiestas, reuniones, hacen de guías y otras empresas los tienen como «relleno» en sus eventos, o modelos. Pero es fácil que la gente juzgue y no mire más allá. Tania y Max conectan enseguida, una gran complicidad se crea entre ellos. Pero sobre todo se sienten atraídos el uno hacia el otro. Alguien estará detrás de querer destruir la empresa de Tania, hará lo que haga falta para verla en la ruina. Solo que ella no espera quién será esa persona. Veremos la empresa desde adentro y veremos que Tania es una mujer de principio, aunque le afecta que le digan que tiene una agencia de Gigolos. Ella siempre deja claro que eso no entra dentro de los servicios que su empresa presta, que si eso ocurre es algo privado entre el acompañante y la otra persona. Tania quiere expandirse, crecer como empresa y empresaria, pero no se lo van a poner fácil y la mujer de su padre será la primera que estará en su contra y en todo lo que hace. La atracción entre Tania y Max surge rápido y la parte romántica también va a ser muy rápida, en este punto me habría gustado un poco más de páginas. Pero lo que es indudable lo que Tania y Max sienten por el otro, es algo que hacía mucho que no sentían. El enemigo atacará y peligran muchas cosas para Tania. + Leer más |