Victoria Vílchez Donate

No se puede salvar a quien no quiere ser salvado.

Cuenta la leyenda que originalmente los humanos poseían cuatro piernas, cuatro brazos, dos rostros y una sola cabeza; y en ellos convivían el sexo femenino y masculino, pero Zeus, sintiéndose amenazado por la fortaleza de esos seres, les lanzó un rayo y los dividió en dos, condenándolos a vivir sin su mitad y a vagar en busca de ella para estar completos.

-¡No me importa quién seas o lo que crees que debes hacer! -exclamó, alterada-. Puede que sea "tu" trabajo, pero esta es "mi" vida. Mía -recalco-. Es mi puñetero corazón del que estamos hablando

—(...) Me enseñaste que no todo el amor duele y que hay cosas hermosas en este mundo. Lo había olvidado hasta ahora.

Las mejores cosas ocurren en los peores momentos.

Aunque digan que el amor lo puede todo, faltar el respeto a la persona que amas es algo que no tiene vuelta atrás.

Dicen que no puedes enamorarte de las alas de alguien y luego pretender contárselas.

La confianza es la base de cualquier relación y la vuestra está rota.

No debería ser complicado estar con la persona que amas ni debería suponer un sufrimiento constante.

Todos cometemos errores, pero no dejes nunca que alguien te machaque. Aprende de ellos, pide disculpas y haz lo que puedas por enmendarlos, pero no permitas que te traten mal, Tessa. Si alguien te perdona, que sea de verdad.

Me gusta cuando me mira así, como si lo único que existiera en su mundo fuera yo.

Ni siquiera nos estamos tocando y, sin embargo, las caricias de nuestras miradas son tan intensas que ambos respiramos de forma acelerada.

Junto a él, todo parece posible.

Si nos dedicamos a mirar atrás estoy segura de que volveremos a perdernos en lo que fuimos y no encontraremos manera de llegar a darle una oportunidad a lo que somos ahora.

¿Cómo dices adiós al amor de tu vida? Por mucho daño que os hayáis hecho. Por muy mal que lo hayas pasado. ¿Cómo hago para separar nuestros caminos de una vez por todas y olvidarme de que jamás he sido tan feliz como con él? ¿Cómo cuando, después de años sin verle, os reencontráis y sus besos te saben a paraíso y tu cuerpo tiembla con solo mirarle?

Su aroma es como un puñado de recuerdos, de buenos recuerdos, desfilando por mi mente sin que pueda hacer nada por evitarlo.

Solo asegúrate de no entregarle más de lo que estés dispuesta a perder.

Aquella mañana había surgido ese tipo de afinidad que no puede explicarse, pero que sabes que convertirá a una persona en alguien especial para ti.

Ahora mismo mi corazón está sometido a una montaña rusa de esas con aspecto letal.

Cerrar etapas no es malo, cometer errores tampoco, pero quedarse eternamente esperando...