De la cólera de Séneca
Es fácil la protección de todas las virtudes, los vicios se practican con grandes costes
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De la cólera de Séneca
Es fácil la protección de todas las virtudes, los vicios se practican con grandes costes
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De la cólera de Séneca
¿Qué hay más descansado que la tranquilidad del espíritu, que más agotador que la ira? ¿Qué más relajado que la clemencia, qué más atareado que la crueldad? El pudor tiene tiempo libre, la lujuria está ocupadísima
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De la cólera de Séneca
No se airará el sabio con los que cometen errores. Porque sabe que nadie nace sabio, sino que se hace.
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De la cólera de Séneca
A tal punto la maldad ha sido presentada en público y ha prevalecido en los corazones de todos, que la inocencia no es rara sino inexistente
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De la cólera de Séneca
El sentimiento no es emocionarse ante las impresiones que nos ofrecen los hechos, sino entregarse a ellas y prolongar está emoción casual
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De la cólera de Séneca
La virtud sola es sublime y excelsa, y nada es grande sino lo que al tiempo es calmo
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De la cólera de Séneca
No tienes por qué creer en las palabras de los que se sirvan, cuyos estallidos son atroces, amenazadores, por dentro su mente está aterrorizada
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De la cólera de Séneca
¿En que consideración tienes a la ida, que, como no estalla contra el otro tan deprisa como quiere, se revuelve contra sí misma?
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De la cólera de Séneca
Cerrar el paso a lo pernicioso es más fácil que gobernar lo; cuando ya se ha plantado en sus posesiones, es más poderoso que su gobernador
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De la cólera de Séneca
El castigo causa daño; luego con el bueno no concuerda el castigo y por lo mismo tampoco la ira, porque el castigo concuerda con la ira
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De la cólera de Séneca
La ira es ávida de castigo: que este deseo sea innato en el muy pacífico pecho del hombre ni es en absoluto conforme con su naturaleza
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Cartas a Lucilio de Séneca
Todos, cuando favorecen a otros, se favorecen a sí mismos; y no me refiero al hecho de que el socorrido querrá socorrer y el defendido proteger, o que el buen ejemplo retorna, describiendo un círculo, hacia el que lo da -como los malos ejemplos recaen sobre sus autores, y ninguna piedad alcanza a aquellos que padecen injurias después de haber demostrado con sus actos que podían hacerse-, sino a que el valor de toda virtud radica en ella misma, ya que no se practica en orden al premio: la recompensa de la acción virtuosa es haberla realizado.
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Cartas a Lucilio de Séneca
En efecto, por lo que respecta a aquellos cuya atareada pobreza ha usurpado el nombre de riqueza, tienen su riqueza como nosotros decimos que tenemos fiebre, siendo así que es ella la que nos tiene cogidos.
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Cartas a Lucilio de Séneca
No hemos de preocupamos de vivir largos años, sino de vivirlos satisfactoriamente; porque vivir largo tiempo depende del destino, vivir satisfactoriamente de tu alma. La vida es larga si es plena; y se hace plena cuando el alma ha recuperado la posesión de su bien propio y ha transferido a sí el dominio de sí misma.
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