La verdadera historia de Jack el Destripador de Gabriel Antonio Pombo
Esperaba que la ausencia de luz no perjudicara el trabajo en las tabernas. Allí era donde solía ir a beber unas copas, y desde las barras de esos antros escudriñaba a las prostitutas. Cuando las mujeres se marchaban con algún cliente las acechaba sigilosamente, y aguardaba que el ocasional compañero de aquellas se retirase. Instantes después, por sorpresa, sin darles tiempo a oponerle resistencia, se abalanzaba sobre ellas y les cercenaba la garganta. Esta noche no sería la excepción - pensó, y una cruel sonrisa se dibujó en su rostro. |