El juego del príncipe de C. S. Pacat
- ¿Qué os hace pensar que Kastor es el más débil? No lo conocéis. - Pero empiezo a conocerte a ti. |
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/Retrato de casada de Maggie O'Farrell Los incomprendidos de Pedro SimónAtentado de Amelie Nothomb Babel de R.F. Kuang Heaven de M Kawakami Cuentos romanos de J Lahiri A través de mi ventana Todas las brujas buenas de J Cienfuegos El nudo Windsor de S Bennett El año de la rata de Mariana Enríquez El jardín de los Finzi-Contini de G Bassani El rey oscuro de C.S. Pacat
El juego del príncipe de C. S. Pacat
- ¿Qué os hace pensar que Kastor es el más débil? No lo conocéis. - Pero empiezo a conocerte a ti. |
El príncipe cautivo de C. S. Pacat
Damen se dio cuenta de lo que estaba presenciando a medida que todos los rumores que había oído en Akielos sobre la depravación de la corte vereciana cobraban vida. El moreno estaba arriba, forzando al rubio a abrir los muslos con la rodilla. Este intentaba tirarlo con desesperación, aunque en vano. El moreno le agarró los brazos hasta colocarlos detrás de su espalda y trató de montarlo. Aunque el rubio se resistió, el moreno le penetró con la misma suavidad con la que penetraría a una mujer, pues lo habrían preparado previamente. El rubio soltó un grito ahogado e intentó derribarlo, pero el movimiento solo sirvió para que se hundiera más en él. |
La rebelión del rey de C. S. Pacat
Los sucesos de la noche anterior, infinitamente complejos a la luz de las velas en la intimidad de la alcoba de Laurent, se habían reducido a un único y maravilloso hecho aquella mañana. Laurent lo echaba de menos. |
La rebelión del rey de C. S. Pacat
—No. Escúchame, Damianos. Confías ciegamente en la gente. Ves el mundo en términos absolutos: si crees que alguien es tu enemigo, nada te disuadirá de armarte para enfrentarte a él. Pero cuando le das tu cariño… Cuando juras lealtad a un hombre, tu fe en él es inquebrantable. Lucharías por él con tu último aliento, desoirías cualquier palabra dicha en su contra e irías a la tumba con su lanza clavada en el costado. —¿Acaso tú no lo harías por mí? —cuestionó Damen—. Sé lo que implica que estés a mi lado. Sé que si me equivoco, lo perderás todo. |
El príncipe cautivo de C. S. Pacat
La desconfianza y la aversión hacia Laurent se revolvieron en su interior, pero, entonces, Damen recordó su situación. En Akielos, había luchado contra sus cadenas y, como resultado, se las apretaron todavía más. Aquí no era más que un esclavo, y la oportunidad de escapar se presentaría si no la echaba a perder por un arranque de orgullo exacerbado. Podría soportar el pueril y triste sadismo de Laurent. Damen debía volver a Akielos, y eso significaba que, por el momento, debía hacer cuanto le ordenasen. Con cautela, dio un paso hacia delante. |
El príncipe cautivo de C. S. Pacat
Todavía no lo entiendes, pero ya lo harás. Comprenderás que lo que dicen en palacio, en las tabernas y en la calle es cierto. Eres un esclavo. No vales nada. El Príncipe Damianos está muerto.
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La rebelión del rey de C. S. Pacat
Lo notaba entre ellos, del mismo modo que lo advertía todo entre ellos. El engañoso manejo de la espada se parecía mucho a las trampas que Laurent tendía a todo el mundo, a las mentiras, a los embustes, a la elusión de una lucha directa en favor de las tácticas que empleaban todos los que lo rodeaban para conseguir sus objetivos, ya fuera una remesa de esclavos o una aldea de inocentes.
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Prince's Gambit: Captive Prince Book Two by C. S. Pacat de C. S. Pacat
Never had he wanted something this badly, and held it in his hands knowing that tomorrow it would be gone, traded for the high cliffs of Ios, and the uncertain future across the border, the chance to stand before his brother, to ask him for all the answers that no longer seemed important. A kingdom, or this.
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El príncipe cautivo de C. S. Pacat
A medida que se aproximaba, Damen vio que la expresión que se dibujaba en su hermoso rostro emanaba arrogancia e irritación. Conocía a los de su calaña. Vanidosos y egoístas, educados para creerse mejor que nadie y permitirse actuar como tiranos de poca monta con los demás. Mimados.
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La rebelión del rey de C. S. Pacat
El dolor por la pérdida no tenía sentido, pues Laurent nunca había sido suyo. Lo sabía. La delicada relación que había nacido entre ellos nunca había tenido derecho a existir. Siempre había tenido fecha de caducidad, y todo acabó cuando Damen tomó el trono.
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¿Cuántas novelas hay en la serie Harry Potter?