El príncipe cautivo de C. S. Pacat
A medida que se aproximaba, Damen vio que la expresión que se dibujaba en su hermoso rostro emanaba arrogancia e irritación. Conocía a los de su calaña. Vanidosos y egoístas, educados para creerse mejor que nadie y permitirse actuar como tiranos de poca monta con los demás. Mimados.
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