La joven Lily realiza un viaje para entregar una carta a un miembro del servicio secreto. Mientras tanto, un librero que acaba de llegar al pueblo recibe la visita de un personaje peculiar, quien la hace una propuesta.
Estamos ante una novela de espías, en la que el autor hace una reflexión sobre la contención tanto en la vida pública como privada, haciendo hincapié en temas como la traición y la importancia, o falta de ella, del padre en la vida de un hijo.
La trama principal gira en torno al servicio británico, en concreto al robo de información y las aventuras de tres personajes para desvelar dicho robo; mientras tanto, podemos ver las motivaciones tanto de los ladrones, como de los espías y del resto de personajes.
Todos ellos están muy bien desarrollados: un hombre que lo deja todo para abrir una librería, hecho que será cuestionado; otro personaje será el responsable de seguridad del servicio británico, quien descubrirá una fuga de información. También tenemos a un profesor, a quien el servicio secreto reclutó.
Un hombre con mucha sensibilidad por las víctimas y siempre predispuesto a ayudar al servicio, pero, a su vez, es el personaje más ambiguo y misterioso, y sus intereses no tienen por qué ser puros.
Deberá manejar las emociones, se enfrentará a la hipocresía, traiciones...
Una novela, pues, que encarna lo pasional, emocional, haciendo hincapié en temas paterno filiales (¿parte autobiográfica?) También vemos descripciones de la sociedad inglesa, ya sea mediante críticas a las clases o mediante su cariño por ella.
El autor nos narra una obra de espías en la que, tras ella, vemos su percepción sobre la sociedad inglesa actual, los aspectos de los servicios ingleses y el desapego que siente.
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