La Retornada

Una adolescente de trece años ve como su vida se desmorona cuando un día de agosto los que creía sus progenitores le comunican que ha de volver con su verdadera familia. Y ella misma en primera persona será la encargada de conducirnos por una una historia, la suya, en la que habrá de superar varias etapas hasta entender el porqué del maremágnum emocional, que asolará su vida. Con ella asistiremos una historia dura, donde el desconcierto inicial irá dando paso la incredulidad y la rabia en medio de una situación que la obligará a adaptarse de la noche a la mañana a unas durísimas condiciones de vida, que nada tienen que ver con las comodidades de las que hasta entonces disfrutaba.

La retornada, como la llamarán en el pueblo de montaña que la vio nacer es una joven que no parece encajar en ningún sitio. Y este va a ser el tema en torno al cual se articule toda la trama de una novela de lectura fluida que avanza de forma cadenciosa. Narrada con una prosa sencilla, envolvente y con una delicadeza que no impide a la autora reflejar la crudeza de ciertas situaciones Donatella di Pietroantonio nos plantea muchos temas de interés: la importancia del arraigo, de las raíces, de sentirse parte de un núcleo familiar, y de las consecuencias que se derivan cuando lo que creíamos que nos pertenecía por derecho se desmorona y debemos construir nuevos cimientos sobre los que asentar nuestra vida. Con un futuro incierto y mil preguntas sin respuesta, esta adolescente arrojada como si de un fardo se tratara al seno de una familia de clase desfavorecida tendrá que enfrentarse a infinidad de dificultades que ni por asomo se había planteado en su vida. Pero ni siquiera la extrema pobreza en la que viven sus verdaderos padres y su numerosa prole parece ser el problema principal; y es que es difícil pasar de ser hija única en una familia que sin llegar a tener un alto nivel adquisitivo sí que goza de ciertas comodidades, a integrarse en una familia numerosa con grandes carencias, donde a nadie parece importarle y en la que para muchos sería un alivio verla desaparecer de sus vidas. Excepto para Adriana, que será un soplo de aire fresco en medio de tanta tempestad y una tabla a la que asirse.

Me ha gustado mucho el tono del relato; una historia muy íntima, con personajes de vidas complejas que enfrenta a dos generaciones y su particular forma de ver la vida. Una historia de reencuentros, desapegos, crecimiento personal y búsqueda de identidad en una familia de clase desfavorecida en la que la dureza del día a día obliga a sus miembros a relegar los afectos a un segundo plano. Solo los más fuertes lograrán salir adelante, porque ese desapego emocional o te mata o te hace más fuerte.

Y si bueno es el personaje de la retornada, esa joven de la que no llegaremos a conocer el nombre, no menos importante me ha parecido el de Adriana; una niña que con diez años es auténtica superviviente: divertida, espontánea, embaucadora, pizpireta… Esa única mano amiga que esta adolescente encontrará en su nuevo hogar. O Vincenzo y ese torbellino de emociones que traerá consigo y que con tanta delicadeza nos va desvelando la autora.

La retornada es una de esas novelas capaces de embriagarte sin necesidad de que ocurran grandes cosas. Esta no es solo la historia de un retorno sino un relato costumbrista a través del que la autora va perfilando la cara y la cruz de la sociedad italiana de hace unas décadas.
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La Retornada es una de esas novelas las que parecen estar escritas desde el alma, que te transportan a los lugares exactos de los que hablan y son tan intensas que al acabar la última página no sabes si sentir el corazón más lleno o más vacío, con una delicadeza impecable y la sensación de no poder olvidarlo en mucho tiempo.

Amistad, amor, familia, maternidad, crecimiento personal...Trata numerosos temas, y todos ellos de una forma maravillosa, aunque sin duda yo me quedo con el viaje de la Retornada en busca de su pertenencia, de su lugar en el mundo, del amor, el cariño y el dolor. de como el alma de una niña de trece años es llevada a cada página, desde el inicio hasta el final.
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Había visto buenas y malas opiniones de este libro, así que lo mejor, leerlo y tener mi opinión. Me llamaba la atención el tema porque hacía poco me habían contado un caso real muy parecido, así que me puse con él y desde luego es un libro que no deja indiferente.Quién demuestra más amor, quién te adopta o quién te da para llevar mejor vida? La vida de una niña "devuelta" sin saber por qué es dura, más cuando es devuelta siendo adolescente y las preguntas que se hace para explicar su situación no son siempre resueltas.Para mí un libro muy cortito, pero recomendable

Qué maravilla de libro. Qué duro, qué triste. Qué maravilla esa relación entre las hermanas La narración es en primera persona. Nos habla de sus experiencias cotidianas, de su resignación ante las adversidades, de sus sentimientos, de sus miedos, de sus desilusiones, de sus preguntas sin respuesta...
Empatizas desde el principio con la retornada, y te unes a su búsqueda de respuestas porque te preguntas lo mismo que ella.
Un libro que nos hace pensar lo importante que es tener un hogar, una familia, una madre... pero sobre todo un amor que ensamble todo ello, una infancia apacible... porque todo ello repercute en nuestra vida.

Me gusta la forma que tiene la escritora de envolverte en los pensamientos y la vida de los protagonistas de la historia. Esta tiene que afrontar el hecho de ser devuelta a sus padres biológicos sin ningún tipo de explicación, adaptarse a una nueva vida y personas que no conoce.

El planteamiento me ha parecido muy interesante. Una chica entre dos mundos muy diferentes. Aunque para mí lo que más destaca es el personaje de Adriana, es maravilloso, muy fuerte y carismático. Ella es la que más me ha llamado la atención.

El final me ha parecido un poco flojo y confuso.

Confusión, rabia, tristeza y decepción son sólo algunos de los sentimientos por los que pasará “La retornada”, una joven de trece años de quien ni siquiera sabremos el nombre. Resulta irónico que alguien que descubre que tiene dos madres, acabe sintiendo que, en el fondo, no tiene ninguna porque ambas la han abandonado en algún momento de su vida.
Narrada en primera persona varias décadas después, es ella misma la que nos cuenta su historia: cómo pasó de tener plena y feliz a, de un día para otro, descubrir que quienes creía que eran sus padres son en realidad sus tíos, y que ahora será devuelta al hogar de sus progenitores biológicos.

¿Cómo se puede superar este antes y después en tu vida y en todo lo que creías que eras? de estar en casa, viviendo junto al mar con la mujer que pensaba era su madre, a compartir hogar con unos desconocidos y descubrir que tenía hermanos en un ambiente hostil y lleno de carencias. La pérdida por tanto no es sólo afectiva -en su nuevo hogar no hay muestras de cariño, todo lo contrario, representa el común de los hogares de la Italia de los setenta-, sino que también es material y/o económica.
“Destino es una palabra de viejos, no puedes creer en él a los catorce años. Y si crees, tienes que cambiarlo”. “La Retornada” nos cuenta cómo fue empezar de cero, estableciendo nuevas relaciones en entornos totalmente ajenos, preguntándose si todo podría volver a ser como antes, tratando de llenar los vacíos y encontrar la normalidad. El desarraigo, la soledad y la necesidad formarán parte ahora de esa búsqueda de una identidad nueva.

“Cuanta dureza al volver a la realidad de la ausencia”, expresa en algún punto del libro, pero qué belleza de escritura inunda sus páginas. Y qué bella es esta historia de aprendizaje y de comprender la vida de otra manera, de redescubrirse y verse desde otros lugares que nunca imaginamos.
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¿Qué sentirías si todo tu mundo y seguridad se derrumbara de la noche a la mañana? ¿Cómo asimila alguien con 13 años que toda su vida ha sido una mentira?

La protagonista de esta historia es "la retornada", una niña que tiene que volver con la familia biológica que no conoce, de repente, sin previo aviso, sin explicaciones, casi sin despedidas. Nos lo va contando desde el recuerdo, de forma sencilla pero a la vez intensa, real, sin caer en sentimentalismos ni en intentar dar pena. Simplemente nos lo cuenta como es, cómo lo vive, cómo intenta comprender la forma de pensar y de actuar de los adultos, cómo gestiona la decepción, la soledad, el sentido de pertenencia y el abandono. Con unos personajes de verdad, sin intentar convencernos de quiénes son buenos o malos, culpables o inocentes. Un caos oscuro en el que también hay rayos de luz, sobretodo a través de su hermana Adriana, uno de los personajes que más me han gustado. Una novela que me ha atrapado y sorprendido. Quizás, por ponerle un pero, un final un poco brusco, pero que creo que va muy acorde con la narración.

Exquisita en los detalles. Esta es una novela que te atrapa con eso minúsculos detalles que uno pasa por alto en la vida diaria y que trata la relación de una adolescente que busca su hueco, a parte de en una familia diferente, en el mundo. Me encanta la sencillez con la que la autora enmarca el día a día de una muchacha que se ve zarandeada por los adultos que estan a su cargo.

Si tuviera que poner una pega sería el final. El final no es malo, ni mucho menos, pero sí me ha parecido excesivamente abrupto. En mi opinión, tendría que haber dedicado algunas más páginas para no dar esa sensación de rapidez en el cierre. Pero poco más.

Nos cuenta la historia de una adolescente (no sabemos su nombre) que con 13 años es devuelta a su familia biológica. Sin saber el motivo y sin saber de la existencia de esta, de un día para otro pierde toda su vida como la conocía: amigos, casa, comodidades y sobre todo a esos padres que creía suyos. Pasa a vivir con una familia desconocida, que se sustenta con pocos recursos, con unos hermanos que no la tratan bien, (exceptuando a su hermana Adriana, que es divertida, espontánea y pizpireta y de la que aprenderá mucho) y con unos padres que no le dan explicaciones del por qué, ni del antes ni del ahora.

He visto este libro muy recomendado, pero he de decir que aún siendo un tema tan triste y tan difícil de llevar y soportar, sobre todo teniendo 13 años, no ha llegado ha transmitirme los sentimientos de la protagonista, y aunque lo he terminado de leer porque quería saber el motivo del retorno, no he llegado a conectar con su dolor.