Mi planta de naranja lima

Me miró y sonrió con esa bondad que colmaba lo que faltaba de bondad en el resto del mundo

Es necesario que sepas que el corazon de la gente debe ser muy grande, y debe caber en el todo lo que a uno le guste

Lo más triste fue cuando la campana de la iglesia llenó la noche de voces felices. Y algunos fuegos artificiales se elevaron a los cielos para que Dios pudiera ver la alegría de los otros.

Matar no quiere decir que uno tome un revólver… y haga ¡bum! No es eso. Uno lo mata en el corazón. Va dejando de querer. Y un día la persona muere.

La casa se fue vistiendo de silencio, como si la muerte tuviese pasos de seda

Totaca me iba tomando de la mano el silbaba
Mientras que yo tenia un pajarito adentro

Entonces... ¿Por qué no vas a casa y le dices a papá que me regale a ti?

Iba a cambiar de películas. Nada de películas de cowboys, ni de indios, ni de nada. En adelante solo iría a ver películas de amor, como las llaman los mayores: películas en las que hubiera muchos besos, muchos abrazos y en las que todo el mundo se quisiese. Ya que yo solo servía para cobrar, así podría ver a otros quererse.

Mamá me enseñó que uno debe dividir la pobreza propia con quien todavía es más pobre.

Sabía que en ese momento allí no había ya ningún niño. Todos eran grandes, grandes y tristes, cenando a pedazos la misma tristeza.